Las puertas del Torreón de Lozoya se abren una Navidad más para acoger en sus salas los belenes más espectaculares del mundo. Este año, entre diciembre y enero, la cita de ‘Navidad en Caja Segovia’ estará protagonizada por el belenista José María Villa, quien nos traladará a un a un pueblo castellano de la zona de Tierra de Campos de los años 50 donde, un portalón da cobijo al nacimiento. Estará abierta al público desde el 1 de diciembre hasta el 6 de enero de 2012, todos los días laborables de 18:00 a 21:00 horas. Sábados y festivos de 12:00 a 14:00 y de 18:00 a 21:00 horas.
Un belén que con todo lujo de detalles nos acercará al arte de la plasmación del mensaje del nacimiento a través de un paisaje agreste terracampino, de tierra pobre y austera, y por las construcciones de adobe y tapial para mostrar un pueblo castellano y sus alrededores en la comarca de Tierra de Campos a mediados del siglo pasado, donde el barro sin cocer, en forma de adobe o tapial, constituye uno de los principales protagonistas en una gran parte de las construcciones, principalmente civiles, de nuestro entorno.
Al fondo podrán descubrir un pueblo horizontal, de construcciones en tonos ocres y techumbres de teja, en las que cobran gran protagonismo las ventanas y puertas de madera, ya desvencijadas, con sus herrajes. El pueblo cobra vida en su calle mayor, con sus soportales de madera, en la que se hallan los vendedores, la oficina de Correos e incluso el teléfono público. Llegada la noche, se ilumina tenuemente gracias a sus farolas, cuyo cableado eléctrico, con sus jícaras incluidas, surca los muros de las casas y los tejados.
Junto a la fiel reproducción de la arquitectura tradicional y sus modos constructivos, destacan también por su realismo los elementos propios de las labores agrícolas, como un arado romano, un carro de madera con sus herrajes metálicos e incluso un panel cerámico anunciador del conocido “Nitrato de Chile”, que aún puede verse en algunos de nuestros pueblos.
En el resto de las salas, la exposición acoge una colección de siete dioramas, también obra de José María Villa, donde se representan las diferentes escenas o acontecimientos relacionados con el momento histórico de la Navidad (Pidiendo Posada, El Taller del Alfarero, La Adoración de los Reyes, Almazara, La Familia de Nazaret, Casa de los Arcos en Nazaret y Mercado).
Años de exquisita dedicación
José María Villa Gil inició sus conocimientos y prácticas en el belenismo desde muy joven, con familiares y amigos. Aún recuerda aquellos belenes tradicionales en el estrecho pasillo del hogar o en la buhardilla, compartida con el pequeño taller de carpintería del abuelo, al que se le robaba espacio por unos días. Dos grandes belenes de Valladolid, el del Hospital Militar y el del Colegio de Lourdes, dejarían huella también su memoria.
El aprendizaje familiar y colegial, las visitas a nacimientos, el intercambio de ideas, técnicas y experiencias con otros belenistas y su asistencia a Congresos Nacionales y sus más de 12 años de trayectoria expositiva en diferentes ciudades españolas, le hacen ser un integrante activo del belenismo actual.