LA LEY DE LA GRAVEDAD
Al igual que la atracción
hacia la tierra del cuerpo,
se acelera el corazón
si sale Dios a su encuentro;
la ley de la gravedad
que nos apega a la tierra
tiene en lo espiritual
perfecta correspondencia:
al irse acercando a Dios,
el movimiento del alma
es cada vez más veloz…
¡es más fuerte la esperanza!
José García Velázquez
Segovia, 2 de febrero de 2011