La inteligencia emocional es la capacidad para reconocer sentimientos propios y ajenos, y la habilidad para manejarlos. Se trata de una de tantas inteligencias que posee el ser humano que le permite crecer cuando está rodeado de los otros y con la que experimenta una satisfacción personal que no tiene límites.

Con el objetivo de sembrar en las estudiantes la semilla de la inteligencia emocional, la Escuela de Psicología (IE School of Psychology) de IE University celebró este martes un seminario en Segovia organizado por la Asociación de Estudiantes de Psicología (APSIS) e impartido por profesionales de “Crecemos”, empresa que ofrece una formación creativa y dinámica para organizaciones y colectivos sobre diferentes disciplinas.

Entre los objetivos del seminario figuró el desarrollo de la comunicación entre compañeros de estudio y en la vida personal, el fomento de los sentimientos de compañerismo, vitalidad y energía interna, el aumento de la autoestima, la liberación de bloqueos físicos, mentales y emocionales, así como la adopción de una actitud positiva ante los acontecimientos.

Los estudiantes de Psicología de IE University aprendieron a identificar las propias emociones y saber gestionarlas, a desarrollar el proceso de empatía como mejora de la comunicación, y a mejorar la capacidad de relacionarse dentro de la universidad. Asimismo, el seminario dio las claves para encontrar soluciones creativas a los conflictos y propugnó el cultivo del diálogo de una forma transparente, respetuosa y constructiva.

Bajo el título “Inteligencia emocional, desde el juego y la risa”, el seminario pretendió potenciar las técnicas que favorecen el pensamiento positivo, la autoestima o las habilidades comunicativas, entre otras.

Los expertos sostienen que la inteligencia emocional, la espacial o la artística, la creatividad y el espíritu emprendedor son claves para el éxito personal y profesional. Desde la empresa “Crecemos”, que impartió el seminario, se asegura que “recientes descubrimientos demuestran que las personas emocionalmente inteligentes gozan de una vida plena, satisfactoria, son muy eficientes en sus trabajos y se relacionan de manera fluida con los otros. Añaden que “ser emocionalmente inteligente sólo se consigue experimentando con las emociones”. En este sentido, subrayan que “una formación únicamente teórica no ayuda al alumno a conocer su potencial y sus habilidades, por lo que el seminario es esencialmente vivencial y práctico para lograr integrar de forma real los aspectos de una persona emocionalmente inteligente”.

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