La exposición dedicada a Lamolla cierra sus puertas en el Torreón de Lozoya. La muestra ha suscitado un gran interés más allá del ámbito segoviano, ya que ha sido visitada por más de 24.000 personas. Este eco ha motivado que la exposición, prevista inicialmente para celebrarse únicamente en las ciudades de Lérida y Segovia, viaje ahora a Zaragoza, donde se podrá visitar en el Museo Gargallo a partir de mediados del mes de junio.
“Lamolla. Espejo de una época”, que fue inaugurada el pasado 11 de febrero, es una muestra que se enmarca dentro de la línea de trabajo que la Obra Social de Caja Segovia lleva desarrollando desde hace tiempo en torno a los artistas españoles que alcanzaron su plenitud hacia los años 30 del siglo pasado y cuyas carreras quedaron cercenadas o mediatizadas por la Guerra Civil.
La muestra, que se clausuró el pasado lunes, 30 de mayo, reinvindicaba la figura del pintor Antoni García Lamolla, una de las grandes figuras del núcleo surrealista catalán, surgido en el foco leridano, pero integrado con posterioridad y gran protagonismo en el potente grupo barcelonés. La obra está comisariada por Lucía García de Carpi y Jesús Navarro I Guitart y organizada por el Museo d’ Art Jaume Morera de Lérida, con la colaboración de la Sociedad Estatal de Acción Cultural y la Obra Social y Cultural de Caja Segovia.
La exposición reunió más de un centenar de piezas (pinturas, esculturas, dibujos, revistas y estampas), muchas de ellas inéditas, a través de las cuales se repasó la biografía y el entorno artístico del pintor. Como dato curioso, cabe destacar que entre los fondos del pintor, que aún conservan sus hijos, hay un buen número de obras ejecutadas en Segovia y en su provincia, particularmente en Pedraza, realizadas tras su regreso del exilio.