Los datos ofrecidos por la consejera corresponden con las estimaciones realizadas por las Comisiones Provinciales de Estadística de la Consejería de Agricultura y Ganadería en las reuniones que mantuvieron la segunda semana de julio; la cosecha ya se ha iniciado en prácticamente toda la Comunidad, y se ha recolectado ya más de un 25 % de la superficie sembrada.
En esta campaña, la superficie sembrada de cereales de invierno en Castilla y León es de 1.898.718 hectáreas, lo que supone 2.255 hectáreas más que el pasado año, un incremento del 0,12 %. La producción de los cereales de invierno en la Comunidad se situará en las 7.163.105 toneladas, un 47 % superior a la producción de 2012 y un 23,7 % más que la media de cereales en el periodo 2003-2012.
Con estas cifras, Castilla y León, con 62.000 agricultores dedicados a este cultivo, vuelve a convertirse en la principal comunidad autónoma de España productora de cereales de invierno con el 45 % del total nacional, que -según datos del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente- alcanzará los 15,9 millones de toneladas.
En cuanto a la evolución de los cultivos, la mayor superficie sembrada y también la mayor producción corresponderá a la cebada, con 911.302 hectáreas sembradas y 3.402.950 toneladas, lo que supone un incremento de un 52,4 % respecto al año anterior.
Y el segundo lugar, pero con muy poca diferencia, corresponde al trigo, cereal cuya producción alcanzará, según las previsiones de la Consejería, 3.320.931 de toneladas, lo que supone un aumento de la producción de un 45,5 % respecto a la cosecha pasada. También por superficie sembrada ocupa el segundo lugar, pero continúa disminuyendo la diferencia con la cebada, de trigo se han sembrado 819.741 hectáreas.
Estos datos suponen, como ha explicado la consejera, que cada vez son más los agricultores que deciden utilizar el cultivo de trigo como cabeza de la alternativa en las explotaciones de secano, acompañado en muchos casos de otros cultivos con efectos positivos, como leguminosas, forrajeras de leguminosas, o proteaginosas.
Este cambio en la elección de cultivo, buscando una mayor rentabilidad de las explotaciones, ha estado motivado por los buenos rendimientos obtenidos con las nuevas variedades y su diferencial de precio y por existir tratamientos eficaces en la lucha contra plagas en el trigo.
La producción de otros cereales es mucho menos significativa. En el caso de la avena, su producción -con una previsión de 172.682 toneladas- será muy ligeramente superior a 2012, pues tan solo se incrementará un 0,1 %. Por lo que respecta al centeno, aunque sea una producción relativamente pequeña, con 266.542 toneladas, será un 43,4 % superior al pasado año.
Respecto a las producciones por provincias, Burgos es la provincia de Castilla y León en la que la cosecha se estima mayor, con 1.703.519 toneladas, seguida de Valladolid y Palencia con 1.311.213 toneladas y 1.148.802 toneladas respectivamente. Soria, con 833.990 toneladas, es la cuarta provincia en producción estimada de cereales.
En la provincia de León, donde se sitúan las parcelas visitadas por la consejera, la superficie de cereales de invierno alcanza las 103.233 hectáreas y se estima una producción de 382.010 toneladas.
El rendimiento medio de los cereales de invierno en la Comunidad se sitúa, en esta campaña, en 3,8 toneladas por hectárea, un 23,7 % superior a la media de los últimos diez años, de 3,1 toneladas por hectárea.
Campaña agrícola
La campaña se ha caracterizado, como ha explicado la consejera, por un invierno con temperaturas suaves y una primavera fría y lluviosa. En concreto, las temperatura medias de este invierno han sido superiores a la media del periodo 1981-2010, siendo calificado como cálido en enero y más frío en febrero y marzo, y sobre todo, caracterizado por una primavera fría con temperaturas inferiores a la media, especialmente en los meses de mayo y junio, lo que ha permitido un desarrollo más lento de los cultivos retrasando la finalización del ciclo y en consecuencia la recolección respecto a los años anteriores.
En cuanto a la lluvia, los cereales han dispuesto de agua suficiente para su desarrollo. De hecho, las precipitaciones de la campaña agrícola en Castilla y León, de octubre a marzo, han sido en torno a un 120 % superior a la media del periodo 1981-2010.
Estas características climatológicas han provocado una sementera y nascencia correctas en las que ha habido pocas heladas, aunque durante la primavera se ha producido un retraso en el desarrollo por las constantes lluvias y la menor temperatura.
Estas condiciones han favorecido que la cosecha haya madurado con lentitud y sin problemas de limitaciones en el desarrollo de los cereales por falta de agua, lo que ha incidido en que la cosecha sea superior a la media.
Repercusión pedrisco
La consejera también se ha referido a los daños provocados por el granizo de los últimos días. La superficie de cereal afectada por las tormentas ha sido de un 2 % sobre la superficie declarada, unas 39.000 hectáreas. En su visita a la cosecha, la consejera ha declarado también que “en una superficie tan elevada es cierto q las tormentas generan un daño llamativo en cuanto al número de parcelas afectadas pero no tan grande en cuanto a superficie. En estos momentos están afectadas muchas hectáreas pero no dañadas porque esa es una circunstancia que deben evaluar y cuantificar los seguros ya que hay parte del cultivo que se puede recoger”.
Silvia Clemente ha reseñado que durante el año 2013 se han incrementado un 37 % las hectáreas de Castilla y León aseguradas contra pedrisco, hasta alcanzar las 743.420 hectáreas aseguradas en esta campaña, 200.000 hectáreas más que en la anterior.
Precios
Desde el año 2009 los cereales han mantenido en sus precios una tendencia al alza, como consecuencia del aumento de los precios de las materias primas en los mercados internacionales. Una situación que, desde principios de año, ante las expectativas de cosecha mundial, ha cambiado, mostrando una ligera tendencia a la baja.
Aunque las cotizaciones de los cereales subieron en los principales mercados internacionales la semana pasada, en los mercados nacionales se mantuvo una ligera tendencia a la baja, recortándose o manteniéndose las cotizaciones en la mayoría de las lonjas.
Este incremento de la cosecha, como ha explicado la consejera, teniendo en cuenta que el peso del subsector de los cereales de invierno en Castilla y León está en torno del 25 % de la Producción Final Agraria, repercutirá en la renta agraria y en el Producto Interior Bruto de la Comunidad.
Nuevo método de previsión
Para la elaboración de esta previsión de cosecha la Consejería ha incorporado una nueva metodología, al incorporar a las encuestas que se realizan a los agricultores, la toma de muestras en campo.
En concreto se realizan aforos en verde y en seco con el objetivo de tener una estimación más ajustada a la realidad.
Estos datos son analizados por la Comisión de Estadística Agraria constituida en cada provincia de la Comunidad en la que participan técnicos de la Consejería de Agricultura y Ganadería y representantes de las organizaciones profesionales agrarias, una comisión en la que se aprueban los datos que se van incluyendo en la estimación de la cosecha a lo largo de la campaña. Los datos facilitados hoy por la Consejería han sido ratificados unánimemente por el sector en todas las Comisiones.