La Catedral de Segovia ha recibido, tras ser restaurado en el Centro de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de Castilla y León, un conjunto de indumentaria medieval perteneciente al infante Don Pedro Enríquez.

En noviembre de 2019, durante los trabajos de restauración en el sepulcro del infante ubicado en la Sala de Santa Catalina de la Catedral segoviana, se encontraron tres piezas de la vestimenta de Don Pedro: una túnica corta abotonada, una túnica larga y un fragmento del tejido.

Debido al valor patrimonial de las piezas, han sido restauradas por el Centro de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de Castilla y León con el objetivo de conservar los tejidos de seda, así como llevar a cabo su recuperación formal y estética.

Con ello se ha garantizado la recuperación y preservación de estos tejidos singulares por sus técnicas constructivas de confección y sus motivos decorativos.

El director general de Patrimonio Cultural, Gumersindo Bueno, ha señalado que éste encuentro “es un regalo muy importante porque habla de tiempos pasados y de cultura”.

“Es obligación ir poniendo en valor estos recursos” ha manifestado, añadiendo que “sirven para generar cultura, ahondar en el conocimiento de otros tiempos y como reclamo para los visitantes”.

PROCESO DE RESTAURACIÓN

Bueno ha manifestado que en un primer momento y tras el ingreso de las piezas en el Centro, se inició una fase de estudio y reconocimiento de las mismas, así como el análisis de sus materiales en el laboratorio.

Paralelamente, se encargó el estudio del momento histórico en el que vivió el infante Don Pedro.

Posteriormente, una vez identificadas y cartografiadas todas las patologías en cada una de las piezas, se iniciaron los tratamientos para la regeneración de la flexibilidad de las fibras mediante limpieza mecánica por microaspiración y limpiezas en húmedo, igualmente se eliminaron deformaciones, arrugas y se alinearon las fibras mediante vapor por ultrasonidos.

Para la consolidación, fijación de los elementos y reintegración volumétrica se aportó un segundo soporte en el caso de las túnicas que favorece la conservación, exposición y el entendimiento de las mismas.

La consolidación del fragmento se ha realizado mediante encapsulado, entre un soporte secundario y un monofilamento.

La confección de embalaje y de soportes para cada una de las piezas ha formado también parte de la intervención ya que constituye en sí misma una garantía para su preservación.