La Junta de Castilla y León ha considerado laborales los días 9 y 10 de abril -Jueves y Viernes Santo- a efectos de servicios esenciales, pero mantendrá los derechos retributivos y de compensaciones que correspondan a los empleados como días festivos.
Según se informa desde la Consejería de Presidencia, cada consejería y delegación territorial dispondrá de los efectivos que entienda imprescindibles para continuar con la labor que se realiza dentro del dispositivo para combatir el Covid-19.
En un comunicado, la Administración Autonómica agradece el compromiso de los empleados públicos y su esfuerzos a la hora combatir la crisis, a la vez que considera que ambos días festivos no deben suponer un obstáculo para la continuidad de la prestación de los servicios esenciales en la lucha contra la alerta sanitaria .
Además, desde la Junta se recuerda que el Real Decreto por el que se declara el estado de alarma faculta a las comunidades autónomas a dictar las instrucciones y resoluciones necesarias para regular la prestación de los servicios de los empleados públicos con el objeto de mantener el funcionamiento de los servicios esenciales.