Cofradías y Hermandades miran estos días al cielo, confiando en que la lluvia respete los actos de la Semana Santa. Pero, los avisos meteorológicos, en esta ocasión, se cumplieron. La «Borriquilla», que abre paso a la Semana Santa segoviana, sólo pudo este domingo recorrer los escasos metros que separan la Catedral y la iglesia de San Miguel, cada templo en un extremo de la Plaza Mayor, por la amenaza de lluvia.

La bendición de los ramos tuvo lugar, como estaba previsto, en la iglesia de San Miguel, con el obispo de la diócesis de Segovia, Ángel Rubio.

Los fieles acompañaron pero, sobre todo los más pequeños, se quedaron con las ganas de hacer el recorrido completo de la Procesión de las Palmas que debía haber discurrido por las calles de Cronista Lecea, Colón, Plaza de los Huertos, Arias Dávila, José Canalejas, Herrería, Juan Bravo, Isabel la Católica y Plaza Mayor hasta llegar a la Catedral.

En cualquier caso, los niños fueron los protagonistas del Domingo de Ramos, portando sus palmas, acompañados de autoridades religiosas y civiles, cofradías y hermandades de la Semana Santa, colegios y parroquias de la ciudad, la banda de cornetas y tambores de la Hermandad de Nuestra Señora la Soledad Dolorosa y la Unión Musical Segoviana.

La imagen de ‘Jesús entrando en Jerusalem’, conocida como ‘La Borriquilla’, fue realizada por el escultor segoviano José María García Moro. Data de la década de los 60, aunque fue restaurada en 1997.

La Procesión de las Palmas marcó el inicio de las celebraciones religiosas de la Semana Santa segoviana, declarada de Interés Turístico Regional. La próxima procesión será la de los Cinco Misterios, el martes, con la imagen del Santo Cristo de la Esperanza, y la Procesión por los Enfermos, ese mismo día.

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