El Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Comandancia de la Guardia Civil de Segovia investiga al titular de una granja de ganado porcino, a quien se le atribuye un presunto delito contra los recursos naturales y el medio ambiente. Los hechos que motivaron esta intervención fueron los reiterados vertidos de purín que desde esas instalaciones se venían realizando de manera incontrolada desde finales de 2019, informa Ical.
En el mes de mayo, los agentes del SEPRONA detectaron cómo desde el interior de las instalaciones ganaderas salía una gran cantidad de purines que caían por el terreno, a lo largo de unos 500 metros. Los residuos quedaban finalmente estancados en la cota más baja, lo que producía el encharcamiento de varias parcelas próximas. Se tomaron muestras del terreno afectado por el vertido, que se entregaron en el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses, donde fueron analizadas determinando su grado de contaminación.
Con los resultados obtenidos, se elaboró el correspondiente informe pericial y se concluyó que los vertidos examinados suponían un grave riesgo para la calidad del suelo y de las aguas, tanto superficiales como subterráneas, con el consiguiente perjuicio para los ecosistemas naturales. Por este motivo y al considerar que los hechos pudieran ser constitutivos de un delito contra el medio ambiente, se procedió a investigar al responsable de la granja. Las diligencias instruidas al efecto se remitieron en el Juzgado de Instrucción del partido judicial de Segovia.
Desde la Guardia Civil de Segovia recodaron que el uso del purín está permitido como forma de abonar los cultivos, de manera controlada y en la forma en que establece la legislación vigente. El pasado 11 de febrero se publicó la resolución de la Junta de Castilla y León que pone fin a la transitoriedad de la Orden AYG/330/2018, y ya no se pemite la aplicación de purines con platos o abanicos, salvo que el titular adquiriera previamente un equipo de aplicación localizada y esté a la espera de recibirla o en lista de espera en un taller oficial para la adaptación de su máquina a la aplicación localizada y en ambos casos pueda acreditarlo con documentación suficiente.
Por otra parte, los residuos ganaderos también se deben mantener correctamente almacenados antes de su aplicación agrícola, y es obligatorio que se encuentren depositados en fosas impermeabilizadas que impidan tanto su filtración al subsuelo y a la capa freática, como su derrame al exterior.