Un 30% más. Eso es lo que ha aumentado el número de casos de fraude en el ramo del automóvil en el último año debido a la crisis económica. La alta tasa de paro, superior al 20%, el descenso de las matriculaciones de vehículos a mínimos históricos y el envejecimiento del parque, han contribuido de manera decisiva a que el fraude se haya disparado, según el primer Barómetro sobre el fraude en el seguro de autos presentado por Línea Directa en Madrid. Para la elaboración de este informe, se han analizado más de 23.000 casos fraudulentos registrados por la compañía en los dos últimos años de una cartera total de casi 1,7 millones de clientes.

El 75,3% del fraude total detectado el año pasado en el sector de los seguros perteneció al ramo del automóvil, de acuerdo con los últimos datos de ICEA. Un fraude que Línea Directa estima en unos 780 millones de euros anuales, una cifra superior a la facturación anual de la gran mayoría de las aseguradoras de autos del país.

De acuerdo con los datos de la compañía, esto supone que cada asegurado paga anualmente más de un 10% en su póliza por culpa de los conductores que estafan al seguro. Un ejemplo: para un seguro a terceros –el más habitual en tiempos de crisis– un conductor paga una prima media de 230 euros, de los que 25 euros corresponderían a los costes asociados al fraude.

 

Mapa del fraude en España

Línea Directa también ha querido analizar la dimensión real de esta práctica delictiva en España, dibujando un mapa del fraude en nuestro país. Para establecer un índice ponderado y proporcional, ha registrado todos los casos de fraude de los dos últimos años cruzando los datos con el total de siniestros declarados en cada una de las 50 provincias españolas.

Ávila es la provincia menos fraudulenta de toda España, con un 0,19%. En Castilla y León existen grandes diferencias entre las provincias. En seis de ellas los intentos de estafar al seguro están por debajo de la media nacional (2%). En concreto, Ávila (0,19%), Burgos (1,59%), Valladolid (1,63%), León (1,66%), Salamanca (1,73%) y Soria (1,78%). Mientras que por encima sólo se sitúan Zamora (2,36%), Segovia (2,25%) y Palencia (2,22%). Tal es así, que mientras las cinco primeras se sitúan entre las 10 provincias españolas donde menos se defrauda al seguro del coche, las tres últimas están entre las 15 provincias españolas donde más casos de fraude se registran.

A nivel nacional, Granada (3,09%), Ciudad Real (2,86%) y Málaga (2,8%) son las provincias que registran un índice más alto en este tipo de estafa. Por el contrario Ávila (0,19%), La Rioja (1,46%) y Albacete (1,49%) tienen los índices más bajos. En el Índice Ponderado de Fraude, los intentos de fraude detectados en la primera (Granada) multiplican por más de 16 los casos de la menos fraudulenta (Ávila).

 

Tipología del fraude

Alrededor del 95% de los engaños se localiza en los seguros de coches, frente al 5% de las motos. Los colectivos más afectados por la crisis son también los que más fraude registran. En este sentido, los jóvenes menores de 26 años representan el 38,5% del total del fraude, seguidos de las empresas con flotas de coches, especialmente las PYMES, con un 28,2%. Aunque lo que más preocupa a las compañías de seguros es el fraude organizado que, en algunos casos, se perpetran en convivencia con determinados proveedores, como talleres de reparación, peritos, médicos o abogados, además de bandas especializadas en estafas a gran escala. En este sentido, aunque el número de partes fraudulentos de bandas organizadas sea menor, la cuantía económica que suponen es mucho mayor.

Por tipología del siniestro fraudulento, los daños materiales son mucho más frecuentes que los daños corporales. La frecuencia de fraude material alcanzó un 96,1% del total y los fraudes de daños corporales un 3,9%, aunque su coste medio es de mayor envergadura.

Según el estudio de Línea Directa, el engaño más generalizado en daños materiales es declarar dentro de un parte de accidente daños ajenos al siniestro, práctica que alcanza el 62,6% de los casos. En daños corporales, la simulación de una lesión y la agravación de sus síntomas es el fraude más común, pues suponen el 95,5% del total de casos detectados. El esguince cervical es un ejemplo de ello.

 

Sin tipificación penal específica

A través de este estudio, la compañía aseguradora pretende establecer un canal de diálogo permanente entre todos los agentes implicados y mejorar, en la medida de lo posible, los mecanismos de detección del fraude en nuestro país.

A diferencia de lo que ocurre en países como Estados Unidos y Gran Bretaña, España no cuenta con un órgano especializado de lucha contra el fraude en seguros ni tampoco con un tipo penal específico, pues está englobado dentro del intento o tentativa de estafa.

Según Francisco Valencia, Director de Gobierno Corporativo de Línea Directa, “el fraude no es sólo un delito contra las aseguradoras. Es un delito contra la sociedad y contra los clientes que no defraudan, que tienen que abonar hasta un 10% más en sus primas. Por eso, es esencial que la sociedad española tome plena conciencia de una práctica que merma nuestra economía y nuestras posibilidades de crecimiento”.

Línea Directa, que ha obtenido más de veinte premios ICEA en los últimos años por su labor en la lucha contra este delito, cuenta con un departamento especializado en la detección del fraude. Gracias a un equipo formado por más de 20 personas y al uso de sofisticados métodos de detección y análisis, la compañía ha logrado descubrir más de un 30% de casos fraudulentos en el último año y ha evitado pagar cerca de 16 millones de euros a los defraudadores. Además, Línea Directa se ha destacado en la lucha contra el fraude organizado, colaborando de forma habitual con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en la detección y encausamiento de los presuntos defraudadores.

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