El consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, puntualizó hoy que las medidas extraordinarias que regían en Castilla y León ante la situación de la COVID-19 quedarán sin efecto a las 00.00 horas del lunes, 8 de marzo, cuando la Comunidad pasará a una fase cuatro de desescalada, lo que “permitirá recuperar determinada actividad económica y social, siempre bajo la sensatez, la prevención y la precaución y extremando las medidas”.
Juan Carlos Suárez-Quiñones reconoció que los parámetros sanitarios “no están para pensar que tenemos que tener demasiadas alegrías”, pero expuso que el paso de Castilla y León a la fase cuatro de desescalada supondrá que el lunes se reabra el interior de la hostelería y la restauración, “bajo la normativa publicada en el Boletín Oficial de Castilla y León el 4 noviembre”, en el que, entre otras cuestiones, se prohíbe el consumo en barra y se limita el aforo a un tercio del total.
Asimismo, el próximo lunes será posible “la reapertura de centros comerciales y otras actividades de ocio o deporte, así como los gimnasios”, aunque “también lo harán limitaciones de aforo y medidas adicionales que son conocidas por todos”. No obstante, el roque de queda a las 22 horas y el cierre perimetral de la Comunidad Autónoma seguirá vigente.
“Todo esto es una buena noticia, pero también lo es que sigamos siendo responsables, porque hemos llegado hasta aquí gracias al comportamiento responsable de los ciudadanos y al compromiso innegable de la sanidad pública, por lo que no podemos perder esta conquista siendo irresponsables”, expuso Suárez-Quiñones.
Mientras la Comunidad avanza en este nuevo proceso de desescalada, el consejero de Fomento y Medio Ambiente resaltó que se seguirá avanzando en las vacunaciones “con la esperanza final de acabar con la pandemia”. En este sentido, recordó que Castilla y León es la segunda Comunidad en vacunación y mostró su esperanza de que “esto permita seguir pasando al resto de niveles conforme al semáforo que rige las medidas de desescalada”.