Unas obras que se estaban realizando hoy en las redes de gas en Segovia capital pusieron al descubierto una tumba fechada en la Edad Media, entre los siglos XII y XIV, con un esqueleto en el interior. Según informó el Ayuntamiento, los trabajos los realizaba la empresa Volcosa en las inmediaciones de la plaza de San Nicolás, donde se estaba abriendo una zanja para la introducir la canalización del suministro de gas ciudad.

Al encontrar la tumba se dio aviso a los arqueólogos del Ayuntamiento y de la Delegación de la Junta para comprobar la importancia del hallazgo, que la identificaron como una tumba antropomorfa asociada a la iglesia de San Nicolás, formada por sillares de piedra caliza, y de ladrillos macizos en la cabecera. La tumba estaba cubierta con cobijas de piedra que estaban fragmentadas.

El conjunto estaba a unos 70 centímetros de profundidad y, según los datos arqueológicos, la tumba tiene una longitud de 190 centímetros. Los restos del interior corresponden a un individuo de unos 1,82 metros, y revelan que se encontraba en posición ‘durmiente’ con las manos sobre el abdomen. Tan sólo le faltaban los pies.

Las mismas fuentes precisaron que la zona se ha preparado con una estructura para salvaguardar la tumba y se ha cubierto con una malla geotextil de suficiente densidad proteger su conservación.

Imagen por ICAL

 

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