Entre el cocido y el dulce de San Frutos, Segovia vive en octubre un mes mágico. Se acerca la festividad del patrón de Segovia, San Frutos, y es una ocasión óptima, y única, para disfrutar de la gastronomía del momento.
Cocido segoviano
Si fama tiene el madrileño, el cocido segoviano no se queda atrás. Se ha convertido en uno de los platos estrella del mes de octubre gracias a la tradición vinculada con las fiestas de esta temporada.
El conocido ‘Cocido de vísperas’ de San Frutos de la popular Ronda Segoviana inició un camino que se ha forjado con el paso del tiempo, elevando el cocido segoviano a la categoría de emblemático.
La base de un buen cocido es el garbanzo. Y en ese punto Segovia puede presumir de tener una materia prima excelente.
“El garbanzo, un súper alimento muy sano”, reza un slogan de la marca de calidad “Alimentos de Segovia”.
El garbanzo de calidad segoviano
La provincia de Segovia cuenta con dos Marcas Colectivas entorno al cultivo del garbanzo, el garbanzo de Labajos y el garbanzo de Valseca.
El garbanzo de Valseca obtuvo su marca en el año 2019. Su “gran calibre, forma achatada en los bordes y su color marrón lechoso” le hicieron merecedor de esta distinción. Desde la marca Alimentos de Segovia detallan también que el garbanzo de Valseca se caracteriza “por contar con profundos surcos y un prominente pico”. Debido a que durante la cocción absorbe su peso en agua, “cada grano queda intacto con una textura mantecosa y un sabor muy agradable al paladar”, concluye.
La marca Garbanzo de Valseca se cultiva en la zona noreste de la provincia. Desde el propio municipio de Valseca a Valverde del Majano, pasando por Bernuy de Porreros, Hontanares de Eresma, Los Huertos, Carbonero de Ahusín, Roda de Eresma, Cabañas de Polendos y Encinillas.
Un año después, en 2020, fue reconocido el garbanzo de Labajos. “Su paladar fino, su tamaño medio y una cocción sencilla, quedando fácilmente en su punto justo de textura, sin deshollejarse” son sus notas distintivas.
El Garbanzo de Labajos se cultiva en el área de la Campiña Segoviana. Comprende Labajos, Muñopedro, Jemenuño, Cobos y Bercial. Incluso, apuntan desde la Marca, llega hasta la cercana provincia de Ávila, en los pueblos de Maello y Santa María del Cubillo.
Y de postre, dulce de San Frutos
Después de un sabroso cocido segoviano, el postre para rematar la festividad del patrón de Segovia es el dulce de San Frutos. Conocido como ‘el pajarillo’, por su tradicional forma de pájaro, es un dulce que despegó hace unos años para festejar el 25 de octubre.
El Postre de San Frutos Pajarero surgió hace tan solo unos 25 años. Y tuvo un destacado toque solidario y humano, ya que la figura del pajarito fue creada por usuarios de APADEFIM, la Asociación Provincial de Padres y Protectores de Deficientes Físicos, Intelectuales y Mentales de Segovia.
¿Cómo preparar el postre de San Frutos?
En una cazuela cocer 1/4 de litro de agua, sal y manteca. Añadir 150 gramos de harina y remover hasta hacer una pasta. Después, incorporamos 5 huevos hasta conseguir una textura cremosa. Poner la mezcla en una manga pastelera y echarlo en moldes circulares de aluminio. Hornear 10 min a 250ºC. Cuando esté dorado, sacar y dejar enfriar.
Para la elaboración de la crema, apartamos un vaso de leche con la maicena, 75 gramos de azúcar, 2 huevos y la vainilla hasta hacer una papilla que incorporaremos a la leche cociendo y dejamos que vuelva a cocer.
Una vez fría, mezclar la nata montada, poner en una manga pastelera y echar a la base. Rociar con azúcar por encima y caramelizar con un soplete. Untar con mermelada de manzana y decorar con almendra troceada y un poco de nata simulando un nido y colocamos el adorno del pajarito.
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