El rector de la Universidad de Valladolid, Marcos Sacristán, junto al de la Universidad de Burgos, Alfonso Murillo, compartieron con el consejero de Educación, Juan José Mateos, el planteamiento de que «no se puede consentir» que un alumno no pueda cursar una titulación universitaria por no tener recursos económicos. La Conferencia General de Política Universitaria celebrada ayer en Madrid estableció el incremento de las tasas universitarias para que el alumno corra con el coste de entre un 15 y un 25 por ciento del coste de su matrícula.

Sacristán, manifestó que “un cierto incremento ha venido habiendo gradualmente en los últimos años” y que su posición siempre ha sido que “lo normal sería que aumentara con arreglo al coste de la vida”.

“Estamos en circunstancias especiales y probablemente eso no se pueda mantener. Me parecen muy adecuadas las declaraciones del consejero en el sentido de amortiguar en la medida de lo posible la repercusión de esos aumentos en las familias de los alumnos. Ellos son a quienes nos tenemos que dedicar y las funciones de la universidad pública es mantener precios públicos”, expuso.

Así, el rector de la UVa apeló a la “prudencia” hasta que se tenga más información sobre la aplicación general a la situación actual de Castilla y León, entre los repartos de las diversas enseñanzas, primera o segunda convocatoria. “Cuando sube el precio, puedes hacer disminuir la demanda y habrá que ver cuál es el saneamiento de las cuentas de la Comunidad pero confío en que entre todos podamos reducir esa repercusión negativa sobre los alumnos”, apuntó.

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