Muy cerca de un entorno tan mágico como las Hoces del río Duratón, se encuentra el conocido como pueblo brujo de Segovia.
Según recoge La Web de Sebúlcor, en un artículo de Ana María Criado, «en lo más profundo de la meseta segoviana, aún resuena la tradición de hechiceros que durante siglos han curado a personas y animales con rituales, conjuros y remedios».
También Segovia Turismo hace referencia la «leyenda que en una pequeña localidad segoviana, en el siglo pasado, los hechiceros cobraron un gran protagonismo por la preparación de sus brebajes y pócimas para curar a todo aquel que se aquejase de algún mal».
Así, continúa Segovia Turismo, «los “brujos” eran los habitantes de ese pueblo, los que se conocían al dedillo cada planta y el lugar donde podían encontrarla».
De esta manera, la «tradición la de los curanderos que ha llegado a nuestros días y que desde el municipio de Sebúlcor no quieren perder y utilizan de atractivo turístico».
Reseña también que «las entradas y salidas del pueblo están señalizadas con un cartel que recibe a los visitantes con un ´Bienvenid@s al pueblo de los bruj@s´. Del mismo modo, si paseamos por sus calles y como si de un juego se tratase, si nos fijamos en los tejados y fachadas de las casas podremos ver algún que otro objeto relacionado con las brujas y los hechizos, como veletas con forma de bruja en los tejados, amuletos, lunas y gatos negros como elementos decorativos, entre otros».
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Foto de Román Santos-Wikipedia CC BY 2.0, Enlace
Sebúlcor
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