El presidente del Colegio Oficial de Médicos de Segovia, Enrique Guilabert, fue nombrado nuevo tesorero del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos de España, tras la victoria de la lista que encabeza el cántabro Tomás Cobo a presidir esta entidad, en sustitución de Serafín Romero al frente de la Organización Médica Colegial.
Esta decisión de Guilabert supone su renuncia como presidente del Colegio Oficial de Médicos de Segovia, que ha dirigido durante dos legislaturas . “Queda en Segovia y en su Colegio un equipo unido y un proyecto sólido. Desde la Junta Directiva, a los estupendos empleados, con los que he compartido gratos momentos en estos mandatos”, resumió Enrique Guilabert.
En su opinión, es “un balance positivo”, en el que destaca el trabajo de la Comisión de Deontología que, al margen de la labor habitual de asesoramiento con su participación en la organización del V Congreso Nacional de Deontología.
Además agradeció a la Fundación Científica del Colegio por ofrecer “constantemente” una labor de difusión y generación de conocimiento científico, así como formación continua para los profesionales y ciudadanos en general, sin olvidar a la Oficina de Cooperación Internacional, “tan necesaria en estos años tan duros”.
Otro punto fuerte, según Guilabert, fue la participación proactiva del Colegio en el seno del Consejo de Colegios de Médicos de Castilla y León, donde ha promovido un importante estudio de Demografía Médica y ha participado en la constitución del Consejo de la Profesión, así como poder dejar su sello en otras múltiples aportaciones realizadas desde su responsabilidad en la vicesecretaría que ocupaba.
En su balance y palabras de despedida, el ya ex presidente del Colegio Oficial de Médicos de Segovia tuvo un recuerdo para todas las personas que se han visto afectadas por el SARS CoV-2: “Quiero enviar un gran abrazo para todos los ciudadanos que han padecido la enfermedad o que han perdido a algún ser querido y muy especialmente a los compañeros que han estado en primera línea de batalla, dando incluso la vida por combatir la pandemia”, declaró
Guilabert es consciente de que “la sombra del 2020” perdurará en la memoria para siempre por la “huella imborrable que deja en la historia del mundo” y de forma muy sentida en una profesión médica que ha tenido que poner a prueba su “capacidad de adaptación, de organización y de servicio solidario a la comunidad”.
Al margen de truncar o aplazar los grandes proyectos previstos para el pasado curso como la inauguración de nueva sede o la celebración del 125 aniversario de la creación del Colegio, la pandemia del COVID-19 ha dejado sobre todo una provincia duramente azotada por esta enfermedad. Ante esta realidad, Guilabert defendió que los médicos siempre elaboraron propuestas adaptadas a las necesidades de Segovia en cada momento.
“Desde el comienzo dimos toda la colaboración que estaba en nuestra mano, a pesar de las dificultades y del escaso apoyo institucional con el que contamos. Mantuvimos la labor de formación de nuestros profesionales, ante un contexto, en permanente cambio y denunciamos los problemas que iban surgiendo por las decisiones tomadas”, analizó, que intuye que la crisis sanitaria, “dejara notables consecuencias sobre el modelo de las prestaciones sanitarias”.
Además destacó que prueba del cariño y el gradecimiento de la sociedad segoviana hacia la labor de los profesionales fueron las múltiples muestras públicas de afecto, así como los reconocimientos y menciones recibidas, como el premio ‘Segovianos de Pura Cepa’, que otorgado a la figura de su presidente, buscó el reconocimiento y aplauso a la labor de los médicos durante la pandemia.
La confianza en las vacunas, dijo, cree que “despejarán el horizonte de nuestra tarea”, en la esperanza de que pronto se puedan recuperar los eventos y actividades aplazadas, sin olvidar la puesta en marcha de otras acciones que a buen seguro surgirán en los próximos años de un Colegio de Médicos segoviano que seguirá siendo “la casa de todos los profesionales y un punto de referencia y de encuentro de todos ellos”.
Por otro lado, desde la Junta Directiva del Colegio y, por extensión, todos los profesionales médicos de Segovia, mostraron su gran satisfacción por el nombramiento. La vicepresidenta Marina de la Infanta resumió que “ha sido un privilegio para la ciudad y para los profesionales haber contado con él” la sensación que queda “en éste hasta luego”.
De la Infanta destacó el “alma, la entrega y la fuerza” con la que Enrique Guilabert defendió tanto sus propuestas concretas, como a todo el colectivo médico y a los pacientes, sacando adelante múltiples proyectos que quedan afianzados como parte de ese legado.
En los últimos meses, dijo la vicepresidente de los facultativos segovianos, Guilabert “ha gestionado con dedicación, ilusión y esfuerzo, el cambio de sede a un nuevo espacio más accesible, más moderno y luminoso”, en medio de un ambiente general convulso por la pandemia, en la que centró los esfuerzos “en prestar toda la colaboración posible, denunciar los problemas que iban apareciendo e informar y formar a los profesionales dando respuesta a las necesidades detectadas, a pesar de las dificultades y del escaso apoyo institucional”.