La sociedad prevé invertir cerca de un millón de euros en la conservación del edificio, así como en la reapertura del Museo Diocesano, dotado de las obras que la Diócesis de Segovia ha ido recopilando a lo largo de la historia, y al que Eleuterio Laguna llevará sus valiosas colecciones de piezas de pintura y escultura de la familia Zuloaga y de piezas de vidrio pertenecientes a la Real Fábrica de Cristales de La Granja.
Este proyecto se complementará con una oferta de servicios como librería, tienda, cafetería-restaurante, y dedicará algunas de sus salas a cursos, seminarios, conferencias y exposiciones temporales.
El obispo de Segovia manifestó que el acuerdo “permitirá la conservación de las obras”. “Éstas son muestra de nuestras vidas, nuestra cultura, nuestros valores y nuestras creencias, al mismo tiempo que garantizará la conservación del Palacio Episcopal”. También dijo que los ingresos obtenidos por el alquiler del inmueble, que no fueron determinados durante el acto de firma del acuerdo, servirán para paliar algunas de las necesidades más urgentes de la Diócesis en materia de conservación de patrimonio. Ambas partes manifestaron su deseo de que en un plazo no superior a un año el Palacio Episcopal pueda abrir sus puertas para mostrar este nuevo espacio cultural.
En un primer momento iba a ser un hotel
En el mes de diciembre el Obispado informó que la Diócesis de Segovia había decidido alquilar su palacio episcopal, del siglo XVIII y situado en el centro de la ciudad, para su uso como establecimiento hotelero. Con ello se pretendía evitar su deterioro, según indicaba el obispo Ángel Rubio Castro.
De acuerdo con el contrato de alquiler, la cesión sería por 25 años y permitiría su uso cultural y hostelero, asi como el permiso para la reapertura del Museo Diocesano, que era una de las condiciones impuestas por el Obispado.
En opinión de monseñor Rubio el alquiler suponía la solución definitiva para el futuro del Palacio Episcopal tras cerca de una década de proyectos frustrados relacionados con este edificio, que ha tenido un uso eclesiástico durante los últimos 253 años.
Hace dos años, un acuerdo suscrito entre la Junta y el Obispado pretendía ubicar en este inmueble el Museo de Ingeniería Romana, el primero de esta temática que se abriría en España. Desde el PP se propuso recientemente que se convirtiera en subsede del Museo del Prado.
La gestión hotelera la realizaría un grupo de empresarios encabezados por el hostelero Eleuterio Laguna, que también ha emprendido algún otro negocio similar en el centro de la ciudad.
Sin embargo, las declaraciones del obispo Ángel Rubio, del pasado mes de diciembre «eran supuestos tanteos y sondeos, no habiendo nada cerrado. En estos momentos está opción, la opción de crear un centro cultural es la que ha parecido más conveniente a los responsables diocesanos».