El Gobierno de Mariano Rajoy ha logrado hacer en dos meses, lo que el PSOE fue incapaz de hacer en ocho años al frente del Ejecutivo. Ha puesto en marcha reformas responsables y eficaces para sentar las bases de la recuperación de España, como la Ley de Estabilidad Presupuestaria. Con esta normativa España se pone a la cabeza de Europa en el establecimiento de un techo de gasto que frenará el déficit y recuperará el crecimiento económico. Pero además, ha puesto en marcha una reforma financiera para que vuelva a fluir el crédito, ha limitado el sueldo de los directivos de las cajas que reciben ayudas públicas o han sido intervenidas, ha impulsado una reforma laboral con el único objetivo de crear empleo…
Se trata de una serie de medidas poco populares, que se debían de realizar. Claro está, que el anterior Gobierno socialista debería haberse puesto manos a la obra y adoptar acuerdos en beneficio de la recuperación, fuesen o no del agrado de la opinión pública. Lo que debe hacer un Gobierno es gobernar, como lo está haciendo ahora el Ejecutivo de Mariano Rajoy, y no desgobernar como lo ha hecho el de Rodríguez Zapatero, a golpe de ocurrencia.
Me gustaría destacar también el Pacto de Estado por la Sanidad y los Servicios Sociales, que garantizará los derechos sociales a todos los españoles, la Ley de Dependencia y el Plan Personalizado contra la Violencia de Género, que posibilitarán una mayor protección a los más necesitados. Las reformas en materia de Educación, donde se pretende mejorar el nivel educativo del sistema español, para hacer a nuestros jóvenes más competitivos, también son importantes para el futuro de España. Como lo es también, que el Gobierno del Partido Popular haya querido otorgar una mayor independencia al Poder Judicial, e incluso se revise la Ley del Menor, que tanta polémica ha suscitado últimamente y se ahorre en los costes de segunda instancia, para que no se abuse de esta opción.
Todos estos ajustes constituyen un decálogo esencial para cualquier presidente que quisiera salvar del naufragio a este barco llamado España, tras el desatino del anterior capitán. Se trata de medidas necesarias para poner las bases de la recuperación de nuestro país y recuperar el peso internacional que hemos perdido en los últimos años.
Con la desastrosa herencia del Gobierno socialista, España tiene que hacer un mayor esfuerzo para alcanzar la consolidación fiscal, pero con el Gobierno de Mariano Rajoy hemos demostrado en Europa que estamos a la altura. Con las reformas emprendidas por el Gobierno de Mariano Rajoy, España se ha puesto a la cabeza del compromiso de consolidación fiscal.
Con esta inmejorable «tarjeta de visita», Mariano Rajoy ha podido enviar un mensaje claro a nuestros socios en la Unión Europea y es que España va a recuperar su posición de liderazgo en el contexto europeo.