El director de Insia-UPM, Francisco Aparicio, aseguró hoy que uno de los factores para hacer frente a la implantación definitiva del vehículo eléctrico está ligado a las decisiones políticas. “Si las ciudades impusiesen que los repartos de mercancías se tuvieran que hacer con vehículos de cero emisión, por las zonas céntricas de las mismas, se estaría dando un impulso muy importante al desarrollo de estos vehículos”, aseguró. Aparicio, que participó en el curso “Vehículos eléctricos: avances tecnológicos y retos”, organizados por la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) en el Real Sitio de San Ildefonso (Segovia), sostuvo que la capacidad de la red eléctrica española en la actualidad para hacer frente a la demanda de vehículos eléctricos supondría que “un millón de vehículos eléctricos solo demandaría un 1% de la producción disponible de energía eléctrica” y que si se lleva la recarga a las horas valle, se podrían recargar millones de ellos “sin comprometer el suministro para otros usos ni incrementar la capacidad instalada”.

Durante el curso, en el que los alumnos ahondaron en los principios de funcionamiento y de las tecnologías de propulsión híbrida y eléctrica de los vehículos automóviles, Aparicio explicó algunos de los retos que se plantean a partir de la implantación de estos vehículos, entre ellos la autonomía, directamente relacionada con la batería. “Dicha autonomía normalmente inferior a 100 km, obligaría a muchos usuarios de vehículos eléctricos, con necesidad de hacer desplazamientos interurbanos a tener dos coches”, explicó.

En este sentido, el director de Insia-UPM abogó por la necesidad de la puesta en marcha de baterías con características que todavía no se han logrado, “como es el caso de la densidad de energía acumulada que condiciona mucho la autonomía”. Otros aspectos importantes que Francisco Aparicio destacó fueron el coste y la necesidad de contar con puntos de recarga rápida, aunque indicó que “la recarga nocturna podría durar 6 a 8 horas, algo que no generaría problemas”. Una de las ideas que se plantean, en palabras del director de Insia-UPM son “establecer redes “inteligentes” de puntos de recarga, de manera que se pueda establecer la hora en la que el usuario necesita tener recargada su batería para que sea la propia red la que administre las demandas establecidas por los conductores, optimizando el uso de la red”.

Por otro lado, incidió en la posibilidad de cubrir nichos de mercados importantes por parte de las empresas ya que, las empresas de automoción convencionales están menos especializadas en la parte de tecnologías eléctricas y electrónicas. En este sentido, apuntó que “ este importante cambio tecnológico permite que empresas que hasta este momento no actuaban como fabricantes de vehículos puedan hacerlo”.

Aparicio resaltó la ventaja de los vehículos híbridos enchufables de consumir energía eléctrica obtenida directamente de la red, “la más barata”, aunque admitió que por el momento, “el vehículo puramente eléctrico tardará un tiempo en generalizarse”. Así, explicó que en los próximos años lo previsible es que se produzca una incorporación paulatina y relativamente lenta de flotas de vehículos puramente eléctricos, para el transporte en ciudad, pero “aún tardaremos, al menos una década, en ver su uso en una proporción apreciable, salvo que los fabricantes de baterías introduzcan mejoras significativas”.

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