El presidente de la protectora de animales ‘El Refugio’, Ignacio Paunero, señaló que solicitan, al igual que la Fiscalía de Segovia y los propietarios, un año de cárcel para Fausto Gordo, el exalcalde del pueblo segoviano de Muñoveros por pegar un tiro, en plena calle, al perro ‘Barrio’ cuando paseaba con su dueña y dejarle paralítico. Paunero declaró que piden “la pena correcta” por un delito de maltrato a animales que está recogido en el Código Penal.
Ignacio Paunero aseguró que la postura del colectivo es inflexible hacia los maltratadores de animales que merecen “la mayor condena” y por eso solicitan “un año de cárcel” y tres de inhabilitación para tenencia de animales y para trabajar con ellos. También recordó que con la última reforma del Código Penal, en España, “una persona maltrata a un animal hasta la muerte” puede ser condenado hasta con un año y medio de cárcel.
Paunero mostró su satisfacción por ver a “este señor” sentado en el banquillo de los acusados del Juzgado de lo Penal número 1 de Segovia por unos hechos que ha reconocido y que causaron al perro unos “daños irreversibles y terribles” con una parálisis total de sus dos patas traseras tras recibir un disparo con un arma telescópica.
El presidente de ‘El Refugio’ recordó que, el 6 de agosto de 2015, el acusado salió de su casa con la escopeta y, en plena calle, efectuó el disparo cuando el perro iba de paseo con su dueña. La familia del cánido también está personada en la causa y pide la misma pena.
Ignacio Paunero aseguró que no sabe si al exalcalde de Muñoveros, cazador desde los 14 años, le ha sido retirada la licencia de armas después de dejar inválido al perro, que tenía 12 años de edad. Paunero también comentó que según el testimonio de la familia, el acusado les llegó a ofrecer comprarles “un perro nuevo”.
La protectora ‘El Refugio’ está personada en más de un centenar de causas judiciales por la vía penal y civil de casos relacionados con maltrato a animales porque “nosotros sentamos en el banquillo” a los maltratadores que se consiguen identificar y en los casos, “como éste”, en los que hay “pruebas y testigos”.
Ignacio Paunero expresó el deseo de su colectivo y el de la familia, ambos personados en el juicio, de conseguir una condena para este hombre que “salió por la puerta de su casa» y le pegó un tiro al perro porque “según él le desquiciaba sus ladridos y le molestaba encontrarse con deposiciones del animal”. Unos hechos que ocurrieron en plena calle, en el pueblo de Muñoveros, cuando había más personas alrededor.