El Ejército de Tierra ha realizado en Castilla y León cerca de 1.800 actuaciones de desinfecciones, la mayoría en residencias de ancianos y hospitales, desde la declaración del estado de alarma el pasado 14 de marzo.

El V Batallón de la Unidad Militar de Emergencias (UME), con sede en León, fue el primero en iniciar las misiones el 16 de marzo. Desde entonces han sido 1.079 las desinfecciones realizadas en las nueve provincias, en cumplimiento de los protocolos establecidos por la Delegación del Gobierno y la Junta de Castilla y León. Del total, 600 se realizaron en residencias de ancianos, 205 en hospitales y centros de salud, 60 en dependencias públicas, 29 en estaciones de trenes y autobuses y cuatro en centros penitenciarios.

Además, al trabajo de la UME se unió el de otras unidades del Ejército de Tierra, que realizaron 709 desinfecciones más -240 en residencias de mayores- además de 780 misiones de patrulla en 155 poblaciones y carreteras de la región, con un total de 3.555 efectivos desplegados.

Estos datos se conocieron hoy durante el balance realizado por el jefe de la Cuarta Subinspección General del Ejército (IV SUIGE), general José Rivas, y el responsable del V Batallón de Intervención en Emergencias de la UME, el teniente coronel José Alberto Barja, militares que coincidieron en destacar que la situación que encontraron en las residencias de mayores en Castilla y León no era distinta a las de otros puntos de España, con centros con un alto porcentaje de usuarios y trabajadores contagiados.

Por su parte, el Delegado del Gobierno en Castilla y León, Javier Izquierdo, agradeció la “entrega, sacrificio y abnegación” de los militares en la operación Balmis , además de destacar el papel de la UME en la formación en tareas de desinfección de otros muchos colectivos, como bomberos, agentes forestales o agricultores y voluntarios para sumarles a la tarea de la lucha contra COVID-19.

El teniente coronel Barja reconoció los problemas iniciales, pero resaltó que “desde el primer momento nuestro objetivo fue detener la divulgación del virus, desarrollando protocolos de seguridad que al principio de la crisis no existían” y desplegando 300 militares diariamente en varias comunidades autónomas, en coordinación con las delegaciones del Gobierno y la Junta.

Además de la UME, la participación del Ejército de Tierra en Castilla y León se ha llevado a cabo fundamentalmente a través de las unidades desplegadas en la Comunidad, con cerca de 8.000 efectivos del Mando de Artillería de Campaña, Mando de Ingenieros, Regimiento Farnesio, Grupo de Caballería Villaviciosa, la Agrupación de Apoyo Logístico 61 y IV Subinspección General del Ejército. Además, también han llevado a cabo acciones puntuales en alguna de las provincias de Castilla y León Unidades pertenecientes al Regimiento NBQ (Valencia), Mando de Artillería Antiaérea, Mando de Transmisiones (Madrid) y I SUIGE (Madrid).

Hospitales

Junto la desinfección y la vigilancia,el Ejército también ha apoyado a la Consejería de Sanidad con la instalación de tiendas de campaña para complementar instalaciones de hospitales: Hospital de Campaña en Segovia, Área de Triaje en Medina del Campo, y Espacio para Análisis PCR en Hospital Universitario Río Hortega, entre otras.

Aunque sin impacto directo en la población afectada, el Ejército ha movilizado sus capacidades de apoyo en las instalaciones de sus bases y acuartelamiento donde debían apoyarse las Unidades que cumplían sus misiones a lo largo del territorio de la Comunidad. De esta manera, bases como Cid Campeador en Burgos, Conde de Gazola en León, la Academia de Caballería en Valladolid, la Academia de Artillería en Segovia, etc, han apoyado el despliegue de las Unidades Militares que se encontraban fuera de sus acuartelamientos, proporcionado alojamiento a 2.684 efectivos en tránsito.

De igual modo, el general Rivas destacó la actuación de las unidades del Ejército desplegadas en Castilla y León fuera de sus bases y recalcó que el Mando de Ingenieros contribuyó a la construcción del Hospital de Ifema, el hospital de Campaña de Barcelona, Sabadell y del Gregorio Marañón. Además, los equipos de desinfección de la IV SUIGE llevaron a cabo misiones en el País Vasco, Extremadura, Asturias y Galicia.

Además, y de cara a futuras intervenciones, la IV SUIGE ha organizado, en colaboración con la Consejería de Sanidad, un curso específico para la aplicación de biocidas para incrementar la capacidad de la Comunidad en la desinfección de instalaciones.

Por último, además de poner en valor la participación del Ejército del Aire en las tareas de logística, con especial protagonismo para las bases de Villanubla (Valladoli) y Virgen del Camino (León), Rivas tuvo un recuerdo para todos quienes han perdido la vida en esta crisis y destacó que “en todo este trabajo se han estrechado los lazos de unión entre el pueblo y el Ejército, reforzando el compromiso de las Fuerzas Armadas con el servicio a la sociedad”.