La transferencia del coche a otro titular por parte de tres de los detenidos, y la venta de sus efectos (dos ordenadores, una televisión, una sierra de calar y diversas joyas, por las que obtuvieron 375 euros) en tiendas de segunda mano de Segovia, centraron la investigación de la Guardia Civil sobre la desaparición y confirmada muerte de Rosa María de Andrés Moreno, vecina de La Higuera y con racíces familiares en Abades.
Rosa María, de 47 años, vivía sola en su chalé de La Higuera y mantenía una comunicación regular con su familia, mientras que no consta ningún tipo de relación con los tres detenidos vecinos del municipio. En las fechas de su desaparición se encontraba realizando un curso de formación para desempleados en El Espinar, al cual acudía junto con un compañero. Se sabe que el último día que acudió al curso fue el 6 de septiembre, además de que esa tarde realizó algunas compras en establecimientos de La Lastrilla. Tras la denuncia de su familia el día 13 de septiembre, la Guardia Civil comprobó que en esos días intermedios la fallecida no acudió a su curso de formación, no contestó al teléfono, no realizó ningún movimiento bancario y en si vivienda no faltaba ropa.
A partir de aquí, las investigaciones se centraron en el turismo marca Fiat Punto de color rojo y propiedad de Rosa María, que utilizaba habitualmente para sus desplazamientos. Se comprobó que el vehículo había sido transferido el día 10 de septiembre a A.G.B, uno de los detenidos y, tres días después, a una tercera persona, que actuó como intermediario J.R.S.N, también detenido. Esta línea de investigación cobró fuerza porque “no encajaba” que se produjera la venta de un coche de alguien que lo necesitaba y porque no se observó “en ningún momento” que Rosa María participara en la transacción.
En cuanto a los efectos de la fallecida, oportunas investigaciones en diversos establecimientos de compra venta de objetos de segunda mano de Segovia se averiguó que el día 10 los implicados, J.L.R.S. vendió un ordenador portátil que pudiera corresponder con el sustraído a Rosa María. Esta persona iba acompañada de otro hombre, A.D.S.P. y una mujer, A.G.G, vecinos de La Higuera.
Hasta el momento son cinco los detenidos (cuatro hombres y una mujer de origen español) por su implicación en la muerte de Rosa María. En concreto, J.L.R.S.N, de 38 años y vecino de La Higuera; G.R.S.N, de 47, hermano del anterior y vecino de Segovia; A.D.P, de 41, vecino de La Higuera; A.G.G, de 37 años, vecina de La Higuera y A.G.B, de 33 años y vecina de Segovia. La Guardia Civil no descarta más detenciones en relación con la venta de sus efectos.
De los cuatro detenidos, considerados presuntos responsables de los delitos de homicidio doloso, robo de vehículo a motor, robo con fuerza y falsificación de documento público, tres permanecen en prisión y otro ha quedado en libertad con cargos. Respecto al quinto, A.G.B, ha sido detenido como supuesto autor de un delito de falsificación de documentos y receptación, con motivo de la transferencia del vehículo de la fallecida, se halla igualmente en libertad con cargos.
Aunque el caso continúa abierto y la Guardia Civil espera la recepción de diversos informes periciales, se ha descartado que fuera una muerte accidental “por la propias condiciones en las que apareció el cadáver”. Cabe recordar que éste se encontró el pasado 1 de noviembre en avanzado estado de descomposición por un pastor en el paraje de El Sequedal, en Lastras del Pozo, donde se encontró enterrado “de forma precaria” y se sospecha que fue ahí trasladado desde el garaje de la casa de Rosa María con el objetivo de obtener “cierta impunidad” por parte de los autores.
Hallazgo de sangre en vehículo y vivienda
En el vehículo propiedad de la víctima, y que fue intervenido por la Guardia Civil, se realizó un exhaustivo análisis, encontrando sangre humana tanto en el maletero como en el lado del conductor y del acompañante. Una vez verificado el ADN, se verificó que la sangre pertenecía a Rosa María. También se hallaron resto de sangre en el garaje de la vivienda, lugar que se baraja como escenario principal del crimen.
Durante los tres meses que han pasado de investigación han participado agentes de la Unidad de Policía Judicial de la Guardia Civil de Segovia, así como miembros del Equipo Central de Inspecciones Oculares de la Guardia Civil y un equipo canino del mismo Cuerpo, especializado en búsqueda de cadáveres, desplazados desde Madrid.
Ahora, la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Segovia prosigue con las investigaciones para el esclarecimiento total de los hechos, tras el levantamiento del secreto sumarial por parte del Juzgado de Instrucción número 3 de la capital, encargado del procedimiento.