La Consejería de Fomento y Medio Ambiente adelanta a diciembre la extensión a toda Castilla y León del Bono Rural de Transporte Gratuito, de forma que llegará a las 123 zonas previstas en poco más cuatro meses, cuando el calendario inicial de puesta en marcha de este programa preveía llegar a 80 este año y completar su implantación en el primer trimestre de 2022.

De esta forma, el Transporte a la Demanda será gratuito en Castilla y León para todos los viajeros a partir de finales de año, cuando según la nueva planificación se complete la implantación del Bono Rural, que estará disponible en 6.200 poblaciones y 1.900 rutas, que beneficiará a 1,2 millones de habitantes, así como a los turistas u otras personas que lo utilicen.

Fomento se planteó en agosto ponerlo en marcha en 30 zonas nuevas, tras llegar a la primera semana del pasado mes con el bono desarrollado en 23 zonas, que cubren 810 localidades, mediante 198 rutas de Transporte a la Demanda. Por tanto, la Consejería se marca como reto completar la implantación del Bono Rural en un periodo que no superará los nueves meses, si se cumplen las previsiones de Fomento, tras comenzar su despliegue en abril de este año.

Hasta ahora, ha tenido “muy buena acogida”, según indicaron a Ical fuentes de la Consejería de Juan Carlos Suárez-Quiñones, que esperan hacer un primer balance entre septiembre y octubre. No obstante, precisaron que el objetivo de este bono no es incrementar el número de usuarios del Transporte a la Demanda, si bien remarcaron que busca que las personas del medio rural puedan desplazarse hasta las cabeceras de comarca y combatir la despoblación en la Comunidad.

Además, se mantiene en 300.000 euros el coste de esta medida para las arcas de la Comunidad y en 600.000 euros en 2022. A esta inversión se añaden la subvención al déficit de explotación. Sin esta financiación de la Junta, el coste del servicio que habrían de soportar las personas usuarias sería aproximadamente de entre diez y 12 euros el billete, ida y vuelta.

Reserva

Esta iniciativa inició en Fuentes de Oñoro, municipio fronterizo con Portugal, su implantación para dar servicio a 17 municipios, en los que residen 14.000 personas. Para utilizarlo es necesario tener una tarjeta física, sin caducidad y límite, cuyo coste es de cinco euros para garantizar su conservación, o descargarse una aplicación para móviles sin coste alguno.

Los usuarios tienen que haber hecho una reserva de su viaje en la web de Transporte de Castilla y León o en el número gratuito 900 204 020. A partir de eso, accederán al autobús y acercarán la tarjeta al terminal del conductor o el código de barras, disponible en la aplicación móvil. De esta forma, no se abona el billete como hasta ahora, ya que es gratuito el servicio para todo los ciudadanos, incluso turistas, familiares o personas con segundas residencias en la Comunidad.

Salto en la movilidad

Este bono, junto con los cambios tecnológicos, suponen un salto en la movilidad rural que hasta ahora se ofrecería en Castilla y León con el Transporte a la Demanda, un sistema de gestión de los servicios de transporte público regular de uso general de viajeros por carretera, mediante el cual su prestación efectiva se hace depender de una solicitud previa del usuario.

De hecho, ha ahorrado 2,5 millones de litros de combustible y 7,3 millones de kilómetros de viajes (el 75 por ciento menos que un servicio regular, convencional o presencial) y se han dejado de emitir a la atmósfera 10.000 toneladas de CO2, ya que si no hay reservas el servicio no se presta y en el caso de que se preste sólo se haría en las localidades en las que hay reserva, sin obligación de entrar en el resto de las localidades de la ruta.