Cerca del 70 por ciento de los padres de Castilla y León no tiene conocimientos necesarios para enseñar a sus hijos el manejo de las nuevas tecnologías, independientemente del soporte que sea. Ésto se debe, en parte, a que las formas de comunicación que utilizan los adolescentes de hoy son completamente distintas a las utilizadas hace apenas unos años.
Así lo pone de manifiesto un estudio realizado por la empresa salmantina CGB Informática, que alerta de que los adolescentes utilizan de forma indiscriminada las herramientas tecnológicas. Este uso indiscriminado repercute, en demasiados casos, en problemas como el fracaso escolar o la dependencia absoluta de las nuevas tecnologías (TIC). Además se ha constatado, por parte de los expertos de CGB, que el whatsapp se ha convertido en el caballo de batalla actual, si bien sin perder de vista las redes sociales, en especial, Twitter.
La empresa entrevistó a más de 1.000 alumnos de diferentes colegios e institutos de Castilla y León y a 200 padres para realizar el estudio, dentro de su labor iniciada hace cuatro años de dedicar una parte de sus esfuerzos a concienciar sobre la necesidad de realizar una buena praxis de las TIC por parte de los jóvenes.
Entre las conclusiones del informe figura que «causa verdadero asombro» que la inmensa mayoría de los padres y de las madres que acudieron a las jornadas impartidas por CGB no pertenece a ninguna red social y, si así fuera, no sería la utilizada por sus hijos o hijas. La firma considera que los progenitores no son conscientes de que igual que enseñan a sus hijos a adquirir destrezas en otros ámbitos, es su obligación educar a sus hijos tecnológicamente. “Es inconcebible, como nos manifiestan muchos progenitores, que se les compre tecnología último modelo niños que deben ser protegidos de los peligros reales que acechan en la red”.
Otro aspecto que depende «prácticamente en exclusividad de los padres» es que los adolescentes no dispongan de dispositivos, en este caso móviles y, más concretamente, smartphone, en muchas ocasiones, de alta gama. Los teléfonos móviles actuales son ordenadores con acceso a internet transportables, es decir, una puerta a un «descomunal volumen de información y no toda adecuada para adolescentes». La gran mayoría de los adolescentes utilizan el smartphone continuamente: en clase, mientras comen, estudiando y, según el estudio, a altas horas de la madrugada. A ello se une que los progenitores desconocen, en la inmensa mayoría, el uso que sus hijos están haciendo de las nuevas tecnologías y reconocen su carencia de conocimiento en este ámbito.