El secretario general del PSOE de Segovia, Juan Luis Gordo, acusó directamente al secretario autonómico, Julio Villarrubia, de la dimisión de más de la mitad de la Ejecutiva de la formación en el día de ayer, «forzada», a su juicio, «por su actitud de ordeno y mando y falta de trabajo en equipo desde que alcanzó el cargo».
En este sentido, apoyó la decisión tomada por algunos miembros de la Ejecutiva: «Era el momento de buscar un nuevo enfoque y que decida la militancia, porque ayer Villarrubia intentó que no se votase. Es lo mejor para que decidan los militantes».
Gordo consideró que es «evidente» que había un «problema político que venía de antaño», reflejado en la «bicefalia y formas diferentes de hacer política». «Se veía venir porque es un problema viejo de actitudes que ya veíamos los que apoyábamos al anterior secretario autonómico, Óscar López», comentó.
Arranz salta a la palestra
El concejal de Deportes del Ayuntamiento de Segovia, Javier Arranz, confirmó hoy que tiene intención de postularse para dirigir el Partido Socialista en Castilla y León, tras el «espectáculo lamentable» que ofrecieron sus responsables actuales el pasado viernes, cuando más de la mitad de la Ejecutiva autonómica dimitió. Arranz, de 35 años, destacó a Ical, que «es el momento» para dar este paso y asumió que su anunció generará reacciones adversas contra su persona en el partido, pero constató: «me he comprado un chaleco antibalas porque les conozco».
Arrnaz explicó que se presentará a la elección como secretario autonómico del PSOE de la Comunidad, siempre y cuando se den tres condiciones que, a su juicio, le permitirían obtener una mayoría suficiente. Al respecto, precisó que la primera es que no haya avales y cualquier militante pueda contar con la misma capacidad de acceso a la elección; y la segunda y tercera que puedan votar tanto militantes como simpatizantes, «porque eso es abrir de verdad el partido a la sociedad».
Javier Arraz expuso que ha tomado esta decisión ante la situación por la que atraviesa España y Castilla y León, y trasladó que existen motivos «claros y evidentes» para su paso, ya que no es de recibo que los que no han sido capaces de superar la «crisis espectacular» que viven los ciudadanos, sigan al frente del partido. «Los que han estado en los órganos de dirección no pueden abanderar las reformar que haya que hacer. La sociedad en la que vivo y el futuro de mi hija está en manos de gente que ha llevado a la desidia en este país», constató.
Arranz manifestó que los integrantes de partido con entre 30 y 40 años, «los que hemos nacido en democracia», dijo, «venimos defendiendo una segunda transición en el país y es el momento de todos nosotros y de la gente valiente que no se conforma con una sociedad en la que los ciudadano cojan comida en la basura». Asimismo, afirmó que no quiere que su propuesta de liderazgo hacia el cambio, «sea bendecida por ningún barón, sino por el pueblo llano, porque es fundamental estar en la calle». «Es importante que los jóvenes aunque sobradamente preparados demos un salto al ruedo», dijo, y agregó que le gustaría que «mucha más gente como yo diera ese paso».
Javier Arranz también reconoció que el pasado viernes sintió «vergüenza» y decidió acometer «este acto de rebeldía» frente al sistema actual que encarnan Óscar López y Julio Villarrubia, a los que conminó junto a sus colaboradores, a dar un paso al lado, «ni atrás ni en frente», porque «son necesarios, pero es necesario que se olvide el acto de masculinidad que ambos protagonizaron», el uno provocando la ruptura y el otro postulándose de inmediato a seguir al frente de la organización. Aún así, reconoció que Villarrubia «no se merecía esa muerte política» y tendió puentes a todos los equipos, constituidos por «gente válida», pero que están «dentro de un sistema mal configurado».
Con esta dimisión y con las normas que distribuirá el lunes la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE, ahora serán los militantes los que elijan secretario general.