Agentes de la Guardia Civil han detenido a una mujer como sospechosa de haber abandonado a su hijo recién nacido cuyo cuerpo había apareció muerto en un pinar situado en el término municipal de San Martín y Mudrián, localidad de 350 habitantes.

A la mujer, de nacionalidad polaca y de 28 años de edad, cuya identidad responde a las iniciales M.K.C.H., se le imputa un presunto delito de homicidio doloso por abandono de un recién nacido, según informaron fuentes de la Subdelegación del Gobierno de Segovia.

Los hechos se habrían iniciado el pasado 30 de octubre, momento en el que supuestamente dio a luz la mujer. Fue un hombre de la zona quien encontró los restos de una placenta y ropas en un camino que enlaza con Chatún, a las afueras del pueblo en el que residía la mujer. De este modo se abrió una primera investigación para tratar de aclarar si podría tratarse de un parto humano.

El pasado sábado, a las tres y media de la tarde, dos mujeres que caminaban por el campo vieron los restos de un recién nacido en un pinar, por lo que avisaron a las fuerzas de seguridad, que se trasladaron hasta el lugar.

Una vez inspeccionados los restos por un médico forense, se enviaron al Instituto de Medicina Legal de Segovia, situado en el Tanatorio San Juan de la Cruz. Allí se realizó la correspondiente autopsia, que confirmó que se trataba de un recién nacido, y no de un feto, como se comentó en un primer momento entre los vecinos. El Juzgado de Instrucción de Cuéllar ordenó la apertura de una investigación para intentar localizar a la madre a través de las muestras de ADN tomadas de los restos encontrados en el pinar.

Finalmente fue localizada una mujer como presunta responsable de los hechos, por lo que se procedió a su detención. Se trata de una mujer que llevaba en el municipio desde el pasado mes de junio, para trabajar en una explotación agraria dedicada al procesado de plantas de fresa. Al parecer residía en una de las viviendas que los dueños de la explotación habilitan en forma de barracones para facilitar alojamiento a los temporeros. Mientras algunos vecinos aseguraron que la mujer se encontraba trabajando en la campaña de la fresa, que se prolonga para algunas variedades de invierno, uno de los dueños de la explotación aseguró que ya no tenía a nadie empleado puesto que ya se ha acabado la temporada. El caso ha conmovido a todo el vecindario de la comarca, tanto de Mudrián, como de Chatún, donde se comentó el suceso, pues en principio se pensó que los hechos habían ocurrido en este núcleo perteneciente, como entidad local menor, al Ayuntamiento de Cuéllar.

Fuentes próximas a la investigación anunciaron que mañana lunes se enviarán los restos al Instituto de Toxicología de Madrid para cotejar el ADN de la mujer detenida con el del neonato y remitirlo al Juzgado de Cuéllar.

No resultan muy habituales casos como éste. Aunque jurídicamente no tienen el mismo tratamiento, otro suceso parecido tuvo lugar en marzo de 2008, cuando los operarios municipales del Ayuntamiento de Palazuelos de Eresma encontraron en la depuradora de aguas residuales de la localidad los restos de un feto cuando estaban limpiando las instalaciones. Tras avisar al alcalde y a la Guardia Civil, el Juzgado de guardia ordenó enviar los restos al Laboratorio de Toxicología adscrito al Ministerio de Justicia para realizar las analíticas con el fin de poder determinar su procedencia. Pero el caso se cerró sin esclarecerse.

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