Castilla y León perderá 101.618 activos durante los próximos diez años, cifra que representa el 6,3 por ciento del actual número de personas en edad de trabajar (1,6 millones). En ese periodo, además, se incorporarán algo más de 52.000 pensionistas y menores de 16 años, un 5,9 por ciento de los 885.838 que se registran en estos momentos, lo que significa que aproximadamente dos tercios de la población de la Comunidad en 2019 -1,5 millones de habitantes- deberán hacerse cargo de las pensiones del resto y de los más jóvenes.
En pleno debate de una posible reforma de las pensiones, el Instituto Nacional de Estadística (INE) establece que, en la actualidad, más de 1,6 millones de activos de la región (64,3 por ciento) pagan, con su cotización a la Seguridad Social, las pensiones de más de 560.000 mayores en edad de jubilación, ya que los 336.000 restantes (hasta los 885.838) son los menores de 16 años, que ni cobran un subsidio ni se encuentran en edad de trabajar. Ello podría demostrar la necesidad de una reforma del sistema para garantizar las prestaciones de los mayores de 65 años -ó 67-, a medio y largo plazo.
Los datos, en comparación con la población española, son similares. Esto es, que en el conjunto del país, en 2009, el porcentaje de activos era del 66,7 por ciento de la población –alrededor de 30 millones de los más de 45 habitantes-, mientras que en 2019 ese porcentaje se reducirá hasta el 63,4 por ciento, con lo que habrá más jóvenes de 16 años (8,2 millones) y pensionistas (8,9). Estos últimos cobrarán su pensión de jubilación de la cotización de los 29,7 millones de personas, una cifra que es casi un millón menos de trabajadores que en la actualidad.
Por provincias, los trabajadores de Salamanca y Valladolid perderán terreno en los próximos diez años sobre los pensionistas y menores de 16 años, todo lo contrario que Segovia y Ávila, que son las únicas donde crecerá más el colectivo en edad de trabajar que el resto. De este modo, en la provincia charra se prevé que el número de activos pase de representar el 67,1 por ciento el pasado año al 60,8 por ciento de la población, que en 2019 será de 333.935 habitantes, según las proyecciones del INE. Eso significa que habrá menos personas cotizantes, aunque una cifra de pensionistas similar a la actual (alrededor de 46.000), mientras que los jóvenes crecerán en casi 20.000 unidades.
Algo similar ocurre con Valladolid, donde el porcentaje de trabajadores descenderá del 67,6 al 62,7 por ciento. La diferencia con Salamanca es que en esta provincia -donde el número de menores de 16 años también crece en 20.000- la cifra de pensionistas aumenta en más de 9.000, cuando los activos se reducirán en más del doble, 20.000 personas.
En Burgos también decrecerá el número de trabajadores en los próximos diez años en casi 15.000 personas, por lo que los activos pasarán de suponer el 65,3 al 62,9 por ciento, con un aumento de pensionistas de 3.000 personas, pero también 7.000 nuevos jóvenes menores de 16 años.
Segovia y Ávila, o el beneficio de estar cerca de Madrid.
Casualmente, las dos únicas provincias que registran aumentos de población activa en la Comunidad (16-65 años) son Segovia y Ávila, las dos más próximas a Madrid, ya que muchos municipios de ambas y las respectivas capitales son utilizados como ciudades ‘dormitorio’ de muchos trabajadores de la villa madrileña. En este sentido, y al contrario que las tres anteriores, en Segovia crecerá la cifra de ciudadanos en edad laboral, aunque de forma ligera, y pasarán de representar el 62,7 al 64 por ciento, con 6.464 más (hasta los 107.880), aspecto que se debe al aumento de la población en general en más de 7.000 personas, ya que tanto los pensionistas como los menores de 16 años se mantendrán en torno a las 25.000 y 35.000 personas, respectivamente en 2009 y 2019.
Ávila también muestra signos positivos en cuanto a la cifra de activos. En este sentido, la provincia mantendrá un porcentaje de en torno al 62 por ciento de la población, característica que está motivada por un incremento de la población en general en 6.000 personas -3.000 de ellas pensionistas y menores de 16 años y otras 3.000, activos-.
Media regional
Las cuatro provincias restantes de la Comunidad, León, Palencia, Soria y Zamora, registran datos similares a la media regional. En el caso de León, los trabajadores pasan de representar el 63,4 al 61,3 por ciento, con un descenso absoluto de las personas en edad laboral de más de 26.000 personas. En todo caso, la característica principal de León es el importante descenso poblacional de cerca de 25.000 personas, ya que tanto los pensionistas como los jóvenes se mantendrán en cifras similares en 2019 -59.000 y 118.000 personas-.
Tanto Palencia, Soria y Zamora presentan datos idénticos en cuanto a porcentajes. En las tres se mantendrá la representación de activos sobre la población total en 2019 en relación al pasado año. Los trabajadores palentinos seguirán suponiendo alrededor del 64 por ciento, y se alcanzarán los 101.674, casi 9,000 menos que en la actualidad. El número de pensionistas y menores de 16 años caerá en más de 2.500 personas, y se situarán con 21.000 y 36.000 personas, respectivamente.
En Soria, los 57.012 activos que se prevén en 2019 supondrán en torno al 61,4 por ciento, como en la actualidad, y se mantiene el número de jubilados en 13.000 personas y el de jóvenes en casi 23.000, con una ligera reducción de la población de 300 personas en la población en general.
Por último, Zamora presenta las cifras con menor número de activos de toda la región dentro de diez años, ya que supondrán el 59,5 por ciento en 2019 de los 179.464 habitantes totales de la provincia proyectados, frente al 60,6 actual. Eso se deberá a una reducción de la población de 15.400 personas en el próximo decenio –casi 4.000 inactivos y más de 10.000 trabajadores- ya que tanto los mayores de 65 años como los menores de 16 también se reducen hasta las 20.500 y 52.000 personas, respectivamente.