Cuando ya no quedan los recuerdos, cuando no entiendes el por qué de muchas cosas, o cuando te sientes como un iceberg. Pero no uno cualquiera, sino la punta de un enorme iceberg que se vive por debajo, en el interior, dentro de cada uno. Así es el Alzheimer, esa punta que representa síntomas, exploraciones o acercamientos terapeúticos…pero toda una gran parte que se vive debajo del agua, la vida diaria del enfermo, pero también de sus familias, sus tensiones, sus malos…pero también sus buenos momentos.
Por eso, queremos celebrar, como 21 de septiembre que es, el Día del Alzheimer con vosotros, para gritar y expresar esa parte sumergida que durante años se desconocía, y que hoy en día tiene una gran importancia; esos años en los que después del diagnóstico, los afectados viven rodeados de los suyos.
Esta fecha elegida por la Organización Mundial de la Salud y la Federación Internacional de Alzheimer tiene el propósito de dar a conocer la enfermedad y difundir información al respecto, solicitando el apoyo y la solidaridad de la población en general, de instituciones y de organismos oficiales. El apoyo a las 650.000 personas, que según la Fundación Alzheimer España , existen en España con esta enfermedad. Pero el apoyo, además, a todas las familias que los rodean.
No hay camino fácil, sino empeño puesto
La dureza de no recordar, la crudeza de no renocer, el reto de un nuevo día se convierte en una dura prueba a la que tanto los familiares como el enfermo se enfrentan cada día. Abrocharse un botón o simplemente comer, son tareas que muchas de estas personas (no hay que olvidar lo que son, personas no vegetales, no lastres) son incapaces de recordar, por lo que se comienza desde cero, pero con los inconvenientes de la edad. Una terrible sombra que en ocasiones planea, fortuita, sobre nuestros hogares.
Pero es en muchos casos, en los que la mirada de los familiares nos descubre un nuevo brillo en sus ojos, el de la ilusión, la entrega y la esperanza por hacer de la vida de los que más quieren, más fácil y llevadera.
En Segovia, la Asociación de familiares de enfermos de Alzheimer, lleva desde octubre de 1997 ayudando a los familiares de los enfermos a mejorar sus condiciones de vida y otorgándoles información y recursos para combatir la enfermedad. Pero no sólo eso, sino que la sensibilización a la sociedad sobre los distintos problemas del enfermo y su familia, la representación de los intereses del enfermo y sus familia ante la adminnistración e intentar conseguir el apoyo y la solidaridad de los ciudadanos no afectados; son los demás pilares básicos de esta Asociación, que además lleva a cabo diferentes acciones.
Entre otras, los servicios de información y orientación; la atención psicológica, tanto individual como grupal mediante grupos de autoayuda; las jornadas, talleres y charlas y el servicio de ayuda a domicilio especializada. Pero además, la Asociación cuenta con un Servicio de Unidad de Estancia Diurna para enfermos de Alzheimer (Centro de Día) que en un horario de 10:00 horas a 18:00 horas, llevan a cabo talleres de orientación a la realidad, de estimulación cognitiva, de psicomotricidad, de fisioterapia; entrenamiento de las actividades de la vida diaria; actividades socio-recreativas o lúdicas; además de un servicio de comedor y de transporte.
Necesitamos difundirlo
El mundo del cine también se ha hecho eco de este problema, ¿y tú quién eres? de Mercero ya nos explicó esta dura enfermedad; y es ahora, cuando se presenta «Bicicleta, cuchara, manzana» en el Festival de San Sebastián, del cineasta Carles Bosch, cuando se retoma el tema; esta vez protagonizado por ex alcalde de Barcelona y ex presidente del gobierno catalán Pasqual Maragall, que padece dicha enfermedad. Una gran oportunidad para acercarla a la sociedad mediante una cara conocida.