Los tres detenidos por la desaparición de Rosa María de Andrés, la mujer de Abades desaparecida en el mes de septiembre, han sido acusados de homicidio. Así lo han confirmado fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, que relatan que el cuerpo aparecido el uno de noviembre, en el municipio vecino de Lastras del Pozo pertenece a esta mujer, de 47 años. Este martes, el Juzgado de Instrucción N.3 de Segovia ha resuelto la prisión provisional, comunicada y sin fianza, para tres vecinos de La Higuera, acusados de un delito de homicidio, por la muerte de Rosa María de Andrés, en un suceso que ha conmocionado a toda la provincia de Segovia.
Los primeros detenidos, un varón cuyas iniciales son A.D.S.P.O, y una mujer, A.G.G., ingresaron en prisión el día 3 de diciembre mientras que un tercer detenido, un hombre J.L.R.S.N, fue detenido dos días después. Además, la Subdelegación del Gobierno confirma un cuarto detenido, aparte del quinto cuarto acusado, un hombre G.R.S.N, que se encuentra en libertad provisional, con la obligación de comparecer en el Juzgado una vez por semana.La juez continúa con la instrucción del caso, a la espera de los informes del Instituto de Toxicología y otras pruebas periciales.
La mujer desaparecida, Rosa María de Andrés, de 47 años, residía en el municipio de la Higuera y habló con su padre por ultima vez el 5 de septiembre para anunciarle su próxima visita para el día 10 del mismo mes, una vez finalizadas las fiestas de la localidad de Abades, de donde procedía. Estaba desempleada y asistía a un curso para parados en la localidad segoviana de San Rafael, para lo que se servía de la vivienda de sus padres para pernoctar entre semana y acortar la distancia hasta el centro.
La formalización de la venta de su propio vehículo el mismo día de su desaparición es el único indicio que llevó a la familia a pensar que pudo ser obligada a realizar la transacción. En este sentido, apuntaron que Rosa María “necesitaba su coche para todo dado la localidad en la que vive”. Según señaló su familia, no se encontraron otros movimientos bancarios, su vivienda permanecía intacta y la venta del vehículo se llevó a cabo de forma legal.