Castilla y León fue el cuarto destino turístico preferido para los residentes en España durante el año pasado y recibió en este periodo marcado por la crisis del COVID 9,5 millones de viajes, frente a los 17,5 millones del pasado año, lo que supuso una caída del 45,7 por ciento, frente al descenso del 47,6 por ciento del conjunto autonómico, según los datos de la Encuesta de Turismo de Residentes (Familitur), publicada hoy el Instituto Nacional de Estadística (INE).
La Comunidad se situó por detrás de Andalucía, que acaparó 18,8 millones de viajes, el 18,6 por ciento; Cataluña, que sumó 13,4 millones, un 13,3 por ciento y Valencia, que acaparó 11,6 millones, con un 11,4 por ciento del total. Castilla y León representó el 9,4 por ciento de los viajes.
En cuanto al gasto, Castilla y León se situó también en cuarta posición con 1.379 millones de euros, por detrás de Cataluña (3.717 millones), Andalucía (3.576 millones) y Valencia (2.027 millones), y superando a Madrid (1.193 millones), Galicia (1.091 millones) y Canarias (1.026 millones).
No obstante, el gasto medio por persona se situó en Castilla y León en los 144 euros, lejos de los 299 de Baleares, los 242 de Canarias, los 215 de Cantabria, los 204 de Canarias o los 197 de Andalucía. En cuanto al gasto diario, la Comunidad registró el nivel más bajo con 28 euros, frente a los 59 de Baleares, los 58 de Canarias, los 50 de Madrid o los 44 de Cantabria.
Por otra parte, los residentes en Comunidad de Madrid acumularon durante el pasado año el mayor porcentaje de viajes con 17,4 millones (17,2 por ciento del total), seguidos de los residentes en Andalucía, con 16,6 millones (16,4 por ciento), de Cataluña, con 16,3 millones (16,1 por ciento) y Valencia, con 10,4 millones (10,3 por ciento).Los castellanos y leoneses ocuparon la quinta posición con algo más de seis millones de viajes, que representan el 6 por ciento del total, y con un gasto total de más de 24,4 millones de euros.
Los residentes en España realizaron 101,5 millones de viajes en el conjunto del año 2020, un 47,6 por ciento menos que en 2019. Las pernoctaciones correspondientes a estos viajes superaron los 493,4 millones, con un descenso del 37,9 por ciento. Por su parte, el gasto total asociado bajó un 56 por ciento, hasta 21.135 millones de euros. El 95 por ciento de los viajes tuvo como destino principal España y el 5 por ciento el extranjero.