Castilla y León acaparó el 44 por ciento de la potencia eólica instalada en toda España en 2011, con un total de 462 nuevos MW, según recoge un informe hecho público por la Asociación Empresarial Eólica (AEE), que hace un seguimiento de todas las empresas del sector en España y utiliza el criterio de acta de puesta en servicio definitiva para realizar los cálculos.

De ese modo, la Comunidad continúa a la cabeza del ranking nacional, seguida por la Comunidad Valenciana, con 183 MW, y Cataluña, con 153 MW. Por el contrario, un total de ocho comunidades autónomas no instalaron nueva potencia en 2011, incluidas algunas de las que disfrutan de mayor recurso eólico, como Galicia.

Asimismo, sólo siete compañías promotoras de parques han instalado 50 MW eólicos o más en 2011: EyRA, EDPR, En el Green Power España, Acciona Energía, Iberdrola, VAPAT y E.ON. En cuanto a los fabricantes, los aerogeneradores de Gamesa fueron los que más potencia sumaron (461,15 MW), seguidos por los de Vestas (207,40 MW).

Según datos de Red Eléctrica de España (REE), a pesar de que la eolicidad de 2011 fue inferior a la de 2010, la eólica cubrió el 15,75 por ciento de la demanda de electricidad anual, la eólica evitó la emisión de 22 millones de toneladas de CO2 en 2011.

Según informa AEE en un comunicado, el sector eólico instaló en España 1.050 MW en 2011, lo que representa un aumento anual del 5,1 por ciento de la potencia acumulada, que se situó en 21.673 MW a 31 de diciembre. Se trata del crecimiento más débil de la historia de la eólica en España en términos porcentuales. Estos datos suponen que la potencia eólica se encuentra por debajo del objetivo previsto por el anterior Gobierno para 2011, de 22.119 MW.

El Real Decreto-ley 1/2012, publicado el pasado sábado, garantiza por un lado el régimen económico actual para la potencia instalada y los parques prerregistrados y, por otro, suspende los incentivos a las instalaciones que no estén inscritas en el Registro de Preasignación. Por ello, desde la Asociación aseguran que la ausencia de señales sobre el futuro conlleva un riesgo importante para la industria eólica y las más de 30.000 personas a las que da empleo: la falta de pedidos de aerogeneradores ha supuesto ya una fuerte reestructuración y es previsible la deslocalización de los fabricantes hacia otros países.

Según los principales fabricantes, actualmente menos del 10 por ciento de la producción que se realiza en España se destina a pedidos nacionales. De hecho, los 1.050 MW instalados en España en 2011 responden a pedidos de aerogeneradores realizados en años anteriores, ya que el largo periodo de maduración de los proyectos eólicos (la media es de siete años) exige realizar los pedidos en fábrica entre 1,5 y dos años antes.

Por ello, AEE considera urgente ponerse a trabajar de inmediato con el Gobierno para diseñar un régimen económico que, teniendo en cuenta la difícil situación de la economía española, permita el desarrollo del sector.

En este sentido, la nueva normativa debería tener en cuenta el alto grado de madurez y competitividad de la eólica, que su impacto en el déficit de tarifa fue cero en 2011, que representa el 0,28 por ciento del PIB español, que exporta por más 2.000 millones de euros anuales, y que evita importaciones de combustibles fósiles por cerca de 2.000 millones, con lo que contribuye a frenar el déficit por cuenta corriente.

Asimismo, recuerdan que 2012 es el último año de vigencia del Registro de Preasignación, en el que están inscritos y pendientes de puesta en servicio un total de 1.903 MW. De estos, 970 MW tienen problemas para ser construidos antes de la fecha límite de inscripción por razones no imputables a los promotores -como son el retraso de la planificación de la red de transporte y de las líneas de distribución, y las dificultades administrativas- o por falta de viabilidad económica. Estos megavatios con problemas suponen la mitad de la potencia inscrita y por instalar este año.

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