En la anterior legislatura puso toda la carne en el asador para convertir a Segovia en Capital Europea de la Cultura. No pudo ser. Clara Luquero todavía no se ha recuperado del golpe de Segovia 2016, pero está convencida de la fortaleza y virtudes de Segovia. Con esa premisa, Luquero afronta la legislatura con el objetivo de seguir trabajando para convertir la ciudad en una capital cultural de vanguardia de primer orden.
Después del jarro de agua fría, tras quedarnos sin la capitalidad cultural europea, ahora toca desarrollar el proyecto de Segovia 2016.
El compromiso es desarrollar parte del proyecto, priorizando algunas de las actuaciones incluidas en el dossier de la candidatura. El primer objetivo es el fomento de la creatividad de los ciudadanos. Queremos que Segovia se convierta en una ciudad que se asocie con la innovación cultural y creativa, que esté en la vanguardia. Lo que intentamos es que sea un referente cultural también mirando al futuro, no sólo al pasado. Es decir, la ciudad que creó y fue pionera en muchos aspectos, debe seguir creando.
¿En esa línea va el proyecto de crear un Laboratorio de Cultura?
Sí. Será un instrumento para facilitar la innovación y estimular la participación e implicación de los ciudadanos en proyectos culturales. La idea es que empiece a funcionar el próximo año. ¿Cómo se va a hacer?. Con la tutela y la guía de artistas y monitores que ayudarán a los ciudadanos a desarrollar sus inquietudes culturales a través de diferentes talleres. Habrá un Laboratorio de Cultura permanente en la antigua cárcel y, además, laboratorios itinerantes por la ciudad en parques y jardines. Se fomentaría la creatividad ciudadana y se propiciaría el intercambio entre artistas y ciudadanos. También se intentará programar un Simposio Internacional de Creatividad y Ciudadanía
La antigua cárcel se convertirá, entonces, en uno de los pilares de la cultura.
Será un centro de innovación creativa en el que quepan ciudadanos, artistas emergentes, y artistas consagrados. Será un lugar que tenga un poderoso latido cultural. La cárcel tiene que estar asociada a lo experimental. Y se seguirá llamando así: cárcel. El edificio tiene una gran personalidad y los segovianos siguen diciendo que van a la cárcel, así que sería luchar contracorriente. A mi me gusta llamarlo un ‘grita libertad creativa’. Se trata de recordar lo que fue pero mirando al futuro, y que sea un espacio de creación en el que las manifestaciones culturales y, por tanto, el desarrollo de la libertad esté presente permanentemente.
Pasado el tiempo ¿cómo ve ahora la decisión del jurado encargado de seleccionar a la Capital Cultural Europea?
Fue un tremendo disgusto para todos. El jurado no hizo consideraciones políticas para designar a la capital donostiarra como Capital Europea de la Cultura; sólo tuvo en cuenta criterios culturales, es decir, se limitó a evaluar el dossier de San Sebastián que, por cierto, presentó un documento muy bueno. Me consta que algún jurado sí que comentó el riesgo que podría conllevar esta decisión y, de hecho, no hay que perder de vista que en las consideraciones posteriores que hizo el jurado recalca que estará vigilante para que el proyecto se ejecute tal y como está sin que se desvirtúe por el camino.
En Segovia tenemos que estar muy orgullosos porque la ciudad más pequeña y la que ha contado con menos recursos económicos, ha quedado muy bien posicionada. Me consta que nuestro proyecto ha sido el segundo mejor valorado, hemos estado a punto de conseguirlo. No podemos evitar pensar que, de haber ganado, hubiera marcado un antes y un después, y habría generado una gran explosión cultural en la ciudad, pero, ahora, hay que mirar al futuro. De todos modos, no podemos desaprovechar el gran impulso que se ha vivido preparando la candidatura. Ahora mismo estamos trabajando para poner en valor todo el legado de Segovia 2016. La herencia del proyecto se mantiene viva.
¿Cree que se puede promover algún otro proyecto que genere tanta ilusión en los ciudadanos como Segovia 2016?
Segovia tiene una ‘estrella natural’ que debemos seguir. No necesitamos una ‘estrella artificial’ a la que engancharnos. Segovia, en sí misma, es una estrella cultural y es a la que debemos seguir.
¿Qué pasará con el Teatro Cervantes?
Espero que en poco tiempo veamos que el proyecto sale adelante y se haga realidad durante esta legislatura. Es una infraestructura cultural imprescindible. Va a abrir unas posibilidades para las artes escénicas que ahora mismo Segovia no tiene. Actualmente tenemos el Teatro Juan Bravo, con mucho encanto, pero poco aforo y un escenario limitado. El Cervantes contará con unas 600 localidades y un fondo de escenario de grandes dimensiones para acoger todo tipo de espectáculos. Pienso que al final de la legislatura lo veremos levantado y empezando a funcionar. Es una de las grandes ilusiones de la concejalía de Cultura.
¿Y la Casa de la Moneda?
Es una maravilla. Cuenta con espacios destinados a museo que también es uno de los proyectos estrella de la legislatura. Ha costado mucho a los ciudadanos ver levantada la Ceca, y por fin, está ahí. Tenemos en mente que acoja la Casa de Europa en la que se desarrollarían los Encuentros Andrés Laguna, reivindicando la figura del gran europeísta que fue este segoviano, con la presencia de artistas, filósofos, científicos, periodistas, etc. Una vez al año, primeras figuras europeas se reunirán en Segovia para reflexionar y compartir pensamientos.
También hay previsto un Encuentro de Radiodifusión Europea con la participación de las emisoras nacionales de los 27 países de la Unión.
Encaja en ese espíritu europeo. Se celebrará en junio de 2012 coincidiendo con las fiestas de San Juan y San Pedro.
¿Cómo se puede poner en valor la dimensión económica de la cultura?
La cultura tiene una rentabilidad especial. Por un lado, tiene que ver con el fomento de la creación y el desarrollo del ser humano y, por otro, tiene una vertiente económica. La cultura nos ayuda a ser más reflexivos y críticos y, por tanto, más libres; pero, además, hay una rentabilidad económica que contribuye al desarrollo socio-económico.
Nos hemos propuesto elaborar un estudio de economía aplicada para poner delante de los ojos de los ciudadanos la evidencia de que la cultura es un motor económico y social. El objetivo es hacer un estudio para ver la repercusión económica que tienen para la ciudad acontecimientos como Hay Festival, por ejemplo. Además de la influencia que los eventos culturales tienen en el ámbito turístico, en torno a los artistas hay múltiples actividades, desde las industrias de diseño a las de comunicación, pasando por las infraestructuras, las encargadas de los montajes de escenario o los equipos de sonido. Se dice que cada euro invertido en cultura se multiplica por ocho.
Pero la cultura suele ser la más perjudicada cuando hay que hacer recortes en época de crisis.
Por eso, es especialmente importante en este momento hacer ver que la cultura propicia el desarrollo económico y social, crea puestos de trabajo y contribuye al bienestar de los ciudadanos.
¿Cómo se imagina Segovia, desde un punto de vista cultural, cuando termine la legislatura?
Espero que tengamos el Teatro Cervantes, la nueva Biblioteca Pública, la Cárcel y la Casa de la Moneda a pleno rendimiento. Ése es mi sueño y hay que pelear por conquistarlo. Segovia no puede renunciar a sus sueños por vivir un momento complicado económicamente. Hay que mantener lo ya creado, y poner en marcha nuevos proyectos de futuro.