La iniciativa ‘Viajero, yo te enseñaré Segovia’, un programa de visitas guiadas ideado por Prodestur con el fin de potenciar y poner en valor la labor de los guías turísticos oficiales y de mostrar los secretos mejor guardados del patrimonio de la provincia, ha programado los próximos 20 y 21 de noviembre, la visita guiada a Santa María la Real de Nieva y Nieva.

La petición de reservas puede tramitarse enviando un correo electrónico a la dirección yoteensenaresegovia@gmail.com.

La cultura del vino, tan arraigada en la comarca de Nieva, será el hilo conductor de la visita del ciclo ‘Viajero, yo te enseñaré Segovia’,

Nieva y Santa María La Real de Nieva serán los destinos elegidos este fin de semana, que se completaron con una parada en la antigua fábrica de chocolates ‘Herranz’ de Migueláñez.

El claustro del monasterio de Santa María la Real de Nieva será el punto de partida desde el que arrancará esta visita. El recinto dominico ofrece a los visitantes su amplio repertorio iconográfico que se reparte tanto en sus 85 capiteles del claustro monacal como en los cimacios, arcos, impostas o en las enjutas de los arcos. Son motivos geométricos o vegetales y escenas de la sociedad bajo medieval, con atención especial al mundo rural y sobre todo el calendario agrícola, cuyas fases principales quedan plasmadas en la piedra. Los asistentes pueden encontrar escenas relacionadas con la producción del vino, como la poda de la vid o el trasiego del vino, señas iconográficas de identidad de la comarca desde tiempo inmemorial.

Después, la comitiva se trasladarán a la vecina Nieva, realizando parada en primer lugar en la conocida iglesia mudéjar de San Esteban. Aquí se detallarán los orígenes del templo, levantado en el siglo XI al estilo románico de ladrillo entremezclado con piedras de pizarra. Los participantes podrán apreciar que en el pórtico situado en el lado sur hay unos arcos de ladrillo con capiteles tallados en piedra caliza que representan animales fantásticos.

La jornada finalizará con parada en la antigua y emblemática fábrica de chocolates ‘Herranz’ de Migueláñez, que aún conserva la única línea completa de máquinas para el proceso del cacao en todo el mundo.