1984 fue el año en el que comenzaba este festival que unía a un grupo de jóvenes decididos a llevar a cabo todo un festival que reuniera a los mejores grupos del panorama folk segoviano, nacional, e incluso del extranjero.

¿Qué les motivó a llevarlo a cabo?

Radio Nacional de España recibió el encargo de la Unión Europea de Radiodifusión (UER) de realizar en España el festival correspondiente a aquel año. Radio Nacional eligió Segovia como sede y nos encargó a nosotros el proyecto. Ese, a grandes, rasgos fue el germen de lo que hoy es Folk Segovia.

¿Con qué objetivos nacía Folk Segovia?

Uno, fundamental y que todavía sigue vigente: servir de plataforma para intérpretes de música de raíz que encontraran en Segovia un lugar para dar a conocer sus proyectos. Dentro de esa filosofía, siempre hemos tratado de dar oportunidad a gente que empieza, y en ese contexto, por aquí pasaron cuando empezaban gente de la talla actual de Kepa Junquera, Berrogüetto, Luar Na Lubre, Celtas Cortos, El Cigala y tantos y tantos otros. Ten en cuenta que por los distintos escenarios de Folk Segovia han pasado en estos 28 años cerca de 500 intérpretes.

Otro objetivo, que se mantiene, era el de servir de punto de encuentro con responsables de festivales similares, tanto de España como del extranjero, de igual forma que los responsables de Folk Segovia asistimos regularmente a citas parecidas. Este es un apartado muy importante para nosotros, por lo que mantenemos como subtítulo del festival “Encuentros Agapito Marazuela”.

¿Cómo ha ido evolucionando el festival hasta nuestros días?

Es difícil en poco tiempo resumir la evolución de 28 años. Básicamente, destacaría tres aspectos:

1. La ayuda institucional, que nunca nos ha faltado, pero que hoy básicamente se apoya en la Fundación Don Juan de Borbón/Ayuntamiento de Segovia, mientras que organismos de otro rango se han ido alejando de nosotros, lo cual lamentamos profundamente, como segovianos y como castellanos. Y también muy importante es la ayuda de instituciones foráneas públicas y privadas, desde diputaciones a gobiernos regionales, fundaciones, instituciones culturales, gobiernos estatales, etc.

2. La propia evolución de este tipo de música, que ha pasado de contar con unos participantes tremendamente entusiastas y llenos de ilusión a tener una participación, también con ilusión y entusiasmo, pero mucho más profesionalizada. Hace 20 años los artistas nos pedían atriles para poder colocar las letras de las canciones; hoy nos los piden para poner las partituras.

3. La técnica. La evolución de la técnica es fundamental. Hoy las mesas de sonido digitales ocupan lo que un maletín de los que nos dejan subir como equipaje de mano en los aviones. Antes hacía falta una furgoneta para poder transportarlas. Y así hasta cientos de detalles. La comunicación con los artistas se produce de forma instantánea, las propuestas de actuación te llegan con videos, música, conoces prácticamente todo lo que se mueve en el mercado sin necesidad de mover el culo de tu asiento… Es algo increíble para quienes, hace casi 30 años, vivíamos sin conocer ni el correo electrónico ni el teléfono móvil, y asistíamos al nacimiento del fax, hoy prácticamente desaparecido.

Respecto a esta evolución ¿cómo ha ido siendo la acogida del público?

No sabría decir. Creo que el público evoluciona de distinta forma a como lo hace, por ejemplo, la técnica. Es mucho más lenta esa evolución. A la gente que hace 30 años le gustaba el folk, hoy le sigue gustando, pero tiene 30 años más. Y eso no sé si es bueno o es malo. Quiero decir: quien con 30 años más sigue viniendo a los conciertos de Folk Segovia, merecería un homenaje por nuestra parte. Y seguro que hay muchos. Pero, desgraciadamente, también hay otros que ya prefieren quedarse en casa. Y luego están los jóvenes. Ese es otro cantar. No es que no tengamos jóvenes, pero, desgraciadamente, no está ahí nuestra principal clientela. Y creo que ése es el reto: lograr que este tipo de música interese a los más jóvenes. Pero no es un reto sólo nuestro, sino también de intérpretes, medios de comunicación y, fundamentalmente, muy fundamentalmente, de las instituciones. Mira: voy a decir algo que, si no lo digo, reviento: dentro de poco actuará Raphael cerca de Segovia. Tiene todos mis respetos, faltaría más que no los tuviera, uno de los grandes de la música española. Pero el presupuesto para el concierto de Raphael seguramente es similar al de todo el Folk Segovia. Otro ejemplo: Carlos Baute actuó en Valverde del Majano. Con el dinero que gastó Valverde del Majano ese día, a nosotros nos arreglarían medio Folk Segovia.

No quiero faltar al respeto a nadie, sólo quiero hacer un llamamiento a quienes manejan dineros públicos para que piensen un poco en todo esto.

Este año, la celebración del festival está muy enfocada a la Capitalidad Europea de la Cultura. ¿Qué podemos encontrar en la edición de 2011?

No podía ser de otra forma: Segovia será elegida, coincidiendo con la celebración del festival, Capital Europea de la Cultura. Han sido varios años de mucho trabajo por parte del Ayuntamiento y nosotros le debemos ese homenaje. Aunque después, que seguro que no, elijan a otra, pero a trabajo e ilusión no nos ganará nadie.

En la edición de 2011 podemos encontrar, como siempre, intérpretes que vienen a enseñarnos qué están haciendo. Unos que empiezan, jóvenes que se asoman casi por primera vez a nuestro público segoviano, que quieren mostrar lo que hacen en una plataforma distinta a lo que para ellos es habitual. Y, también, gente más veterana, hasta el punto que vamos a celebrar varios cumpleaños. Destacaría el de la Ronda Segoviana, que cumple 35 y que recibirá un homenaje muy especial por nuestra parte. Dentro del programa, no me queda más remedio que destacar dos conciertos: el de Berrogüetto, el 1 de julio. Se trata de uno de los grupos de la música folk actual que sirven de referencia y, en Galicia, de donde vienen, están al mismo nivel que Milladoiro, los considerados número 1. Y el 3 de julio, Folk Segovia se vestirá de recuerdo gracias el reencuentro con dos grupos míticos de los años 1970 que se han reunido para revivir sus canciones de aquella época: Aguaviva y Los Lobos recuperarán en Segovia su compromiso con la sociedad a través de la música, lo que hacían casi 40 años atrás cuando las condiciones políticas callaban voces como las suyas sólo por clamar libertad.

Pero el festival no es sólo musical ¿Qué otras actividades se van a celebrar durante estos días?

Fundamentalmente, dos exposiciones fotográficas: una sobre los 35 años de la Ronda Segoviana, a la que ya he citado antes; la otra, titulada genéricamente “Signos de España en Cerdeña”, en la que se refleja en imágenes la presencia de España en la isla italiana. Esta exposición irá acompañada sobre el mismo tema por una conferencia de Giorgio Pellegrini. También habrá un taller didáctico sobre instrumentos tradicionales de Zamora, impartido por los especialistas Pablo Madrid y Alberto Jambrina. Y finalmente, como siempre tendrá presencia el folk en la calle, con los pasacalles de grupos y cuadrillas, en esta ocasión de Albacete, Guadalajara y Salamanca.

Parece que el folk, como música arraigada, está vinculada con la tradición y los años. ¿Qué papel han desempeñado las redes sociales y plataformas en internet para difundir este festival?

Tradición y años no son conceptos reñidos con nada, y tampoco con las oportunidades que la modernidad ofrece. Todos, absolutamente todos, los participantes en Folk Segovia 2011, tienen su sitio en la red, bien a través de una web propia o mediante la plataforma Myspace. Por tanto, no confundamos tradición con antigualla, por favor. Y en el caso de nuestra organización, llevamos años con nuestra página web, con blog incluido, y este año hemos ampliado nuestra presencia en Facebook. La influencia de estas redes en el desarrollo del festival todavía está por ver. Hablamos dentro de un año.

¿Crees que es un estilo de música que poco a poco se va olvidando, sobre todo con la aparición de cientos de nuevos y actuales estilos de música?

Pues posiblemente alguien lo pensará así, y la pregunta así lo podría indicar. Lo cierto es que los medios de comunicación tienen sus orejas puestas en un determinado tipo de música que no está próxima al folk. Bueno, es algo con lo que tendremos que lidiar los que vivimos en este ruedo. Pero no os olvidéis que mucha música de la que ocupa los grandes escenarios es posible gracias a un trabajo previo realizado en escenarios mucho más modestos. Por algo, muchos llamamos a todo esto música de raíz.

¿Qué futuro le espera?

El futuro no sirve sin presente. Y eso es lo que hay vivir. Ahora mismo, Folk Segovia ofrece un programa con unas 20 participaciones de muy distinto signo. Pero para llegar a esta selección, hemos tenido que estudiar y analizar cerca de 300 propuestas, muchas muy interesantes que ha habido que desechar por razones que nada tienen que ver con su calidad.

Y para finalizar. Si pudieras describirme con dos palabras qué es folk Segovia ¿qué dirías que es? y ¿Cómo animarías a la gente a que asistiera a las citas programadas?

¿Definir Folk Segovia en dos palabras?: muy sencillo: folk y Segovia. Segovia es una ciudad llena de cultura y Folk Segovia es una muestra más de ello. A quien le guste el folk, no puede faltar. A quien no le guste, quizá es que no lo ha probado lo suficiente, seguro que no ha escuchado a grupos con la sensibilidad de Berrogüetto, el compromiso de La Banda del Pepo, la marcha de Mayalde, el rigor histórico de Brossa Quartet de Corda, etc. etc. Y a todos aquellos músicos que viven y trabajan en Segovia, que los hay muchos y muy buenos, les diría que seguro que pueden aprender mucho en los conciertos de Folk Segovia.

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