Ignoro si la concejala Mercedes Sanz calibró, con la mesura que exigen su cargo y su responsabilidad política, la nota de prensa publicada el 14 de agosto en la que crítica la labor de Ana Zamora, censurando y calificando de partidistas su obra y sus palabras.

He tenido que releer su comunicado por que me cuesta aceptar que, a estas alturas de la historia, alguien, en nombre de un importante partido político, se atreva a ejercer de inquisidora y pontificar acerca de lo que debe ser la Cultura. No creo que su partido respalde semejante desliz.

Cuando Mercedes se refiere al ADN de lo que, a su juicio, es nuestra Cultura, a más de remover en nuestra conciencia colectiva el recuerdo de un pasado oscuro, felizmente superado, delata su desconocimiento de la trayectoria artística de Ana y de su Compañía Nao de Amores. Precisamente la labor de investigación, de difusión y actualización de nuestras raíces teatrales, es decir de nuestro ADN cultural, es lo que caracteriza a Nao de Amores, como certifica el premio Ojo Crítico que Radia Nacional de España otorgó a Ana Zamora “por su imprescindible viaje a los orígenes de nuestro teatro, con una mirada culta, respetuosa y popular”.

Obviamente Mercedes ignora absolutamente todo acerca del trabajo de Ana Zamora y está claro que nunca ha visto ninguno de sus montajes teatrales.

Frívolamente se apoya en el titular de unas declaraciones publicadas en el Adelantado de Segovia, en las que Ana habla de la necesidad de cambiar “esta mierda de mundo, para, interpretándolas de manera sesgada, arremeter con saña contra ella, contra la política cultural del Ayuntamiento y contra Zapatero, revelando la verdadera intención y el trasfondo ideológico de su torpe comunicado. Le ha querido dar una patada a Clara Luquero en el culo (con perdón) de Ana Zamora.

La crítica política y la oposición son, por supuesto, legítimas y necesarias. No lo son tanto la manipulación aviesa y la ignorancia de las que, en este caso, hace gala Mercedes Sanz.

Señora concejala, para hablar con propiedad vaya usted a ver las obras de Nao d´amores y comprobará el compromiso de esta compañía con la Cultura, totalmente alejado de todo partidismo. Lo puedo afirmar porque he visto todos sus montajes.

Para su tranquilidad, señora concejala, “Penal de Ocaña”, la última obra estrenada en la antigua cárcel de Segovia, si bien se sitúa en la guerra civil española, toma partido por la dignidad humana, sin otros partidismos que tanto parecen preocuparle a usted.

 

Julio Michel.

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