Caja Madrid, Bancaja, Caja Insular de Canarias, Caja de Ávila, Caixa Laietana, Caja Segovia y Caja Rioja han dado un paso definitivo para su unión a través de un Sistema Institucional de Protección (SIP), tras de más de tres meses de trabajo. Las asambleas generales de las siete entidades han aprobado hoy por amplia mayoría la constitución del SIP y su Contrato de Integración, después de que el pasado 29 de julio fuera ratificado por los Consejos de Administración de las cajas. Esta unión deberá ser autorizada ahora por las Comunidades Autónomas de Madrid y Castilla y León y por la Generalitat de Catalunya.
El siguiente paso de esta alianza estratégica es la constitución de la sociedad central, que adoptará forma de Sociedad Anónima y se constituirá como Banco, la mejor de las fórmulas existentes para garantizar la capitalización del Grupo. El SIP, que se convierte en la primera caja de ahorros y en la primera entidad en banca comercial y de empresas en el mercado nacional por volumen de negocio, integrará el total de los resultados y empezará su actividad en enero de 2011.
Orientada a fortalecer la cohesión y estabilidad del Grupo, esta sociedad recibirá los 4.465 millones de euros solicitados al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), al tiempo que reforzará su situación financiera, mejorará el acceso a los mercados, fortalecerá la imagen de marca y creará valor para dar mejor servicio a particulares y empresas. El grupo, que tendrá su sede social y dirección de sociedades participadas en Valencia y su sede operativa en Madrid, espera obtener unas sinergias o ahorro creciente cada ejercicio, alcanzando los 500 millones de euros anuales a partir de 2013.
Los equipos técnicos de las cajas inmersas en el proyecto trabajarán en los próximos meses en el proceso de integración financiera y funcional y en la elaboración del Plan Estratégico 2011-2014. A medida que avance el proceso, se irá conformando el organigrama de la nueva entidad, el Consejo de Administración, que estará formado por 21 miembros, y la Comisión Ejecutiva, que estará integrada por 11 miembros, informa Ical.
El peso que tendrá cada una de las siete cajas en el nuevo SIP, sobre la base de su valoración individual, es del 52,06 por ciento para Caja Madrid, 37,7 por ciento para Bancaja, 2,45 por ciento para Caja Insular de Canarias, 2,33 por ciento para Caja de Ávila, 2,11 por ciento para Caixa Laietana, 2,01 por ciento para Caja Segovia y 1,34 por ciento para Caja Rioja.
En cuanto a la marca, las cajas mantendrán la suya propia en los territorios de influencia, que se han concretado de la siguiente manera: Caja Madrid en la Comunidad de Madrid y Castilla La Mancha; Bancaja en la Comunidad Valenciana y Baleares; Caja Insular de Canarias en las Islas Canarias; Caja de Ávila en su provincia; Caixa Laietana en Girona y Barcelona, excepto la capital; Caja Segovia en su provincia y Caja Rioja, en su comunidad autónoma. Asimismo, la caja abulense tendrá responsabilidad sobre la gestión de Salamanca y Caja Segovia sobre la gestión de Valladolid.
Por su parte, en el municipio de Barcelona, Caja Madrid, Bancaja y Caixa Laietana mantendrán la titularidad de sus respectivas redes de oficinas. En el resto de territorios el Grupo operará con una marca común, que tendrá que decidir en los próximos meses.
Las cajas también mantendrán el liderazgo en sus respectivas zonas de actuación, su personalidad jurídica y sus órganos de gobierno. Además, seguirán contribuyendo al desarrollo económico y al fomento de la actividad empresarial y de la Obra Social, especialmente en sus territorios tradicionales. Las entidades involucradas en este proceso, que serán las accionistas de la nueva sociedad, quieren mantener la naturaleza que dio origen a las cajas de ahorros, por lo que se han comprometido a fomentar las actividades de su Obra Social, orientándolas a las necesidades de la sociedad en cada momento.
Con la aprobación de las asambleas generales de las siete cajas, y tras un proceso de integración caracterizado por su solidez, el SIP nace como un gran proyecto de futuro, que refuerza la competitividad y crecimiento del grupo, mejorando al mismo tiempo la rentabilidad del sistema financiero y, a medio plazo, de la economía española.
Para conseguir estos objetivos y cumplir los compromisos adquiridos tras la ayuda solicitada al FROB, el grupo hará un esfuerzo para mejorar la eficiencia, por lo que llevará a cabo una política de ahorro de costes en servicios centrales cercana al diez por ciento. También estudia los ratios de eficiencia de las distintas oficinas, y baraja cifras de cierre del 12 por ciento, lo que llevará implícito los necesarios ajustes laborales, que pueden llegar al 14 por ciento -cifra inferior a otros procesos similares-, y se harán en su mayoría a través de prejubilaciones. Para buscar mayor consenso, las cajas firmaron el pasado 10 de septiembre un Acuerdo de Garantías Laborales con los representantes de los trabajadores de la Mesa de Negociación, lo que garantizará el equilibrio entre los intereses de todas las partes implicadas.