Los padres de mi chico tienen una finca en un pueblo cerca de Logroño donde dedican la mayor parte del terreno a cuidar un viñedo pequeño que produce unas 600 botellas de vino todos los años. Además, su madre se ha guardado para ella un parchecillo majo que jura no cuidar nada y donde planta todos los años y dependiendo del humor del que esté fresas, pimientos, unos tomates impresionantes, cebollas, coliflores, lechugas, acelgas, coles de bruselas, calabazas, etc. Ella dice que echa la semillas en la tierra y luego se olvida y a veces nacen cosas que no sabemos qué son. ¿A ti esas hierbas que hay ahí qué te parece que son? Pues yo juraría que son espinacas. Ah, es verdad, si eché una semillas! Y así siempre, el último caso se dio con unas coles de bruselas.
El caso es que este otoño tuve la casa llena de unas calabazas enormes que en cocina cunden mucho. He hecho de todo con ellas pero me dejé una muy hermosa y muy bonita de adorno en el salón. Y ahí se quedó porque lleva al lado de la tele como cinco meses y ayer por la tarde la miraba yo con ganas, porque se va acabando la temporada de purés y tal. Así que le metí mano pero como es muy grande y cunde una barbaridad (sobre todo siendo dos), he pensado inaugurar el Festival de la Calabaza y dedicar unos días a hacer todo tipo de platos, dulces y salados, con mis recetas favoritas de calabaza.
Y en esas estamos. Empezamos el I Festival de la Calabaza de Cocina para Urbenitas con un puré sencillito ideal para hiperprincipiantes. Y digo un puré porque recetas de puré de calabaza hay más que botellines en el mundo. Con queso, sin queso, purés, cremas, gratinados, sin gratinar, con zanahoria, con cebolla, con de todo o con de nada.
Este, sin ser mi favorito de todos los tiempos es mi favorito para el día a día porque es muy fácil de hacer y lleva unos ingredientes muy básicos.
Puré de calabaza para 4 raciones majas.
-2 patatas medianas (las mías son ya nuevas)
– 1 trozo de calabaza
– 1 puerro
– Sal
– 1 litro de agua.
Elaboración fácil.
Si queremos hacer este puré más sencillo todavía debemos emplear una técnica culinaria pasada de madres a hijas a través de la tradición oral durante siglos y siglos y que yo os voy a revelar ahora mismo: póngase todo a cocer hasta que se pueda comer. Es decir, ponemos el agua a hervir en una olla grande, pelamos y troceamos todo, ponemos a cocer en el agua durante aproximadamente media hora y cuando todo esté cocido lo pasamos por la batidora.
Elaboración un poco menos fácil:
– Ponemos aceite de oliva en el fondo de la olla y calentamos. Mientras coje temperatura troceamos el puerro. ¿Cómo se limpia el puerro?
1. Cortamos las hojas verdes de la parte superior.
2. Quitamos la primera piel blanca que rodea el puerro.
3. Hacemos dos cortes en forma de cruz en la zona superior.
4. Ponemos el puerro debajo del chorro de agua fría y abrimos las hojas superiores para que salga la posible tierra que tenga metida.
– Una vez limpio el puerro, los troceamos menudo y pochamos en el aceite caliente aunque a fuego medio, hacia el 5 o así. (Un inciso, el puerro, así frito, acompaña muy bien los pescados.
– Mientras se va pochando, pelamos y partimos en cuadraditos (no hace falta que sean perfectos, un poco como venga el corte) la calabaza. Añadimos a la olla y damos una vueltitas en el aceite, con el puerro.
– Pelamos, lavamos (muy importante) y cascamos las patatas y añadimos a la olla. Damos unas vueltitas y añadimos el litro de agua, así de una sentada. Salamos y dejamos cocer media hora.
-Cuando la patata este bien cocida, apagamos el fuego y batimos con la batidora.