Nacho Sáez/ Ical
El Grupo Mixto y Podemos han registrado una Proposición No de Ley (PNL) en las Cortes para solicitar a la Junta que retire las autorizaciones otorgadas a la empresa privada que gestiona la planta de compostaje de Fuentepelayo. Según señaló hoy en Segovia el procurador de IUCyL-Equo, José Sarrión, “en esta planta se están realizando actividades más allá de para las que tiene licencia, como vertidos en parcelas del pueblo que pueden proceder de hospitales, mataderos, de la industria cárnica y de las depuradores de aguas residuales, y hay un problema importante porque los olores en Fuentepelayo son nauseabundos, se puede estar contaminando el suelo y se puede generar un riesgo futuro para la zona agrícola”.
En la PNL que registrarán el Grupo Mixto y Podemos, también solicitarán que la Consejería de Agricultura y Ganadería revise el pago de una subvención de 190.100 euros que concedió a esta empresa, que elabore junto con la Consejería de Sanidad un informe para conocer y publicar los riesgos para la salud -incluida la de los trabajadores de la planta- que se derivan de estas “malas” prácticas en el tratamiento de residuos orgánicos, líquidos y sólidos, y que la Consejería de Cultura y Turismo también realice un informe “sobre el daño efectuado al turismo rural de Fuentepelayo y Tierra de Pinares por la contaminación del aire, el agua y el suelo producida por la referida mala gestión”.
El procurador de IUCyL-Equo ya visitó Fuentepelayo a mediados del pasado mes de diciembre y algunos vecinos le explicaron -según relató hoy el propio Sarrión en declaraciones a los medios recogidas por Ical- “Pude ver con mis ojos, en primer lugar, un conjunto de vertidos solidificados, que en este caso no tenían mal olor pero que se veía que llevaban ya muchos años, y en segundo lugar unos vertidos de naturaleza orgánica con un olor enormemente nauseabundo que obligó a vomitar miembros de nuestro equipo y que eran restos de ganadería ovina, de oveja, de piel, de lana, de pezuña…”, contó también esta mañana Sarrión, que exige a la Junta que realice “de forma urgente” informes de impacto ambiental en la zona para atajar una situación que también afecta a municipios cercanos como Zarzuela del Pinar, Aguilafuente, Navalmanzano y Lastras de Cuéllar.
Para obtener información sobre este asunto, IUCyL-Equo ya registró una tanda de preguntas con respuesta escrita y oral dirigidas al gobierno autonómico, pero al no obtener respuesta solicitó la comparecencia del consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones.
“Estamos demandando, en definitiva, un plan integral que sea capaz de frenar estas malas prácticas y un plan de estudio sobre las consecuencias que pueden haber tenido. Vamos a presionar por todas las vías”, aseveró Sarrión, que lamentó que no se hayan debatido en las Cortes las más de 50 PNL que el Grupo Mixto ha registrado desde septiembre.
Una plataforma para denunciar la situación
El presidente de la plataforma ‘No más mierda’, José Luis Ordóñez, explicó ante los medios que el problema de olores que sufre Fuentepelayo se inició en 2010. Según indicó, precisamente en torno a esa fecha Ecologistas en Acción presentó una denuncia para alertar de esta situación.
Para Ordóñez, se trata de “un grave problema de salud pública”. “No es olor a purines, es olor a putrefacción, y se está contaminando el suelo, en el que se cultiva cereal y hortalizas, y también el agua. “No se constriñe a esa zona porque se extiende a toda la cuenca y por tanto también al Duero. Esta empresa ya tuvo una denuncia por vertir sangre a un arroyo”, expuso.
La plataforma ‘No más mierda’, que se constituyó el pasado 29 de diciembre “para tener personalidad jurídica y poder denunciar”, sospecha que la planta -que calculó que cuenta con entre seis y ocho trabajadores, “que creo que están de autónomos”- no se dedica a generar compost, “porque no se vende”, sino que “hay un negocio detrás”. “Llegan una media de 18 ó 20 camiones al día, algunos días hasta 35, y lo hacen a horas inusitadas; más de noche que de día. Además, la planta instala vigilancia en las carreteras y cuando perciben la presencia de Guardia Civil y del Seprona desvían los camiones por caminos vecinales o los paran. Esto indica que hay algo más”, aseveró Ordóñez.
El presidente de ‘No más mierda’ relató que en diez parcelas del municipio -que son propiedad del dueño de la planta de compostaje o que tiene arrendadas- se han volcado unas 6.000 toneladas de residuos orgánicos -entre ellos “caramelos, botes de garbanzos, patas de ovejas…”, según Ordóñez- y se han esparcido aguas residuales procedentes de mataderos, hospitales, industrias cárnicas o plantas depuradoras. “Lo disimulan arando la tierra cada vez que hacen un vertido”, aseguró, al mismo tiempo que señaló que la empresa que gestiona la planta no presenta sus cuentas al Registro Mercantil desde 2011. “Sus cuentas son oscuras”, resaltó.
Clima de tensión
Las denuncias realizadas por esta plataforma, que hace unos días presentó 400 firmas en el Ayuntamiento para pedir la convocatoria de un pleno para analizar la situación, ha generado un clima de tensión en Fuentepelayo que ya se ha traducido en “coacciones e intimidaciones”, según Ordóñez, que recordó que en plenas Navidades un vecino fue agredido por esta cuestión. “Se ha instalado en el pueblo una ley del silencio mafiosa”, aseveró.
‘No más mierda’ tiene previsto celebrar una asamblea el próximo sábado 30 de enero para conseguir más adhesiones y planteará nuevas acciones, pero su principal responsable ya solicita a la Junta que realice análisis del aire, el agua y el suelo, y acusó hoy al delegado territorial de la administración autonómica en Segovia, Javier López-Escobar, de estar al corriente de las irregularidades en la planta y de no ofrecer la información. “Diga lo que diga, aquí hay un grave problema de salud pública. El delegado territorial ha hecho lo mismo que el Ministerio de Información franquista que dirigía Fraga. Cuanto más niega información sobre una situación, más real quiere decir que es”, remachó Ordóñez
Foto: vecinos de Fuentepelayo en las puertas de su Ayuntamiento protestando por los malos olores en una imagen del pasado mes de diciembre