Sirvan estas líneas para despedir públicamente y honrar en la memoria a nuestro hermano cofrade y directivo de la Esclavitud del Santo Cristo de la Cruz, Adrián Callejo Rubio. Nos dejó a los 20 años. La enfermedad fue más fuerte.
Es difícil explicar en una ciudad como Segovia lo que es el sentimiento cofrade. Tú lo vivías como nadie. Desde muy joven acompañando a Cristo del Mercado tocando el tambor, y tu tesón te hizo llegar a dirigir la banda de tambores y cornetas de nuestra cofradía. Cuando pusimos en marcha el proyecto del nuevo trono, celebrabas que serías mayor de edad para poder cargar con el varal de tu Santo Cristo. Y hasta te colaste en uno de los viajes de la directiva a Medina de Rioseco para ver la evolución del trabajo del artesano.
Tras la Semana Santa de este año te ofrecimos formar parte de la Junta Directiva, y la ilusión con que lo aceptaste no nos sorprendió a nadie, llevabas muchos años trabajando para la Cofradía. Eras siempre el primero para cualquier ocupación que surgiera. Bien fuera preparar el paso, portar el estandarte en las procesiones generales o repartir nuestro tradicional arroz con leche. Se te va echar mucho de menos en la vida cofrade.
Nos dejas tu memoria y el cariño al Cristo del Mercado. Da igual que muchos no entiendan de lo que hablamos. No entiendan la camaradería que surge en una cuadrilla de cargadores que consigue el objetivo en su Estación de Penitencia, tras varios meses de ensayo. La próxima Semana Santa seguirás estando ahí, en nuestros corazones llevando al Cristo hasta la Catedral.
Solo pedimos para él lo mismo que nos gritan nuestros capataces Angel y Pedro en cada “levantá”…. Al cielo con él, Adrián.