El sábado 17 de noviembre a partir de las 20.30h., la 7ª Muestra de Cine Europeo Ciudad de Segovia, MUCES, celebrará en el Parador de Segovia la Gala del cine, donde se colocará la tradicional alfombra roja para recibir a destacados actores, directores y cineastas europeos. Entre ellos, la guionista Alicia Luna, los actores Laia Marull, María Vázquez, Tristán Ulloa, la actriz lituana Jurgita Jutaita, la joven actriz rusa Anna Kanaris, los directores Julio Diamante y Javier Martín‐Domínguez y la directora lituana Kristina Bouzyte, entre otros. También asistirán reputados críticos de cine como Augusto M. Torres o la periodista y escritora Nuria Vidal.

La Gala, presentada nuevamente por el Gran Wyoming, que en la pasada edición brilló por su espontaneidad e ironía, acogerá como invitada de honor, y tras haber homenajeado en pasados años a cineastas como Claude Lelouch, Carlos Saura, José Ma González Sinde, Jaime Chávarri, Jan Švankmajer y Andrei Konchalovsky, a una de las directoras españolas más influyentes: Icíar Bollaín, de la que MUCES ha querido mostrar seis de sus trabajos, tanto en su faceta de actriz (El Sur, de Víctor Erice, Nominada a la Palma de Oro Mejor película Cannes 1983; y Leo, de José Luis Borau, Goya 2000 mejor director), como en la de directora, con la proyección de cuatro de sus largometrajes más emblemáticos y personales: Flores de otro mundo, 1999 (mejor película Semana de la Crítica Cannes 1999); Mataharis, 2007; También la lluvia, 2011 (3 Goyas y Premio del Público Sección Panorama Berlinale 2011) y Te doy mis ojos, 2003 (7 Goyas 2004).

La cineasta recibirá la escultura de la Muestra de cine europeo, el As de Segovia, como reconocimiento a su carrera, una escultura basada en un as romano, moneda en cobre del siglo I a. C., donde aparece por vez primera escrito el nombre de Segovia. La escultura ha sido realizada por el artista africano Dauda Traoré en su taller de Bobó Diulasso (Burkina Fasso).

 

Un estilo personal y personajes en busca de sí mismos

A los 15 años, el director Víctor Erice la eligió para encarnar el papel de una niña en su película El sur (1983). Era una adolescente tímida, al contrario que su hermana gemela Marina, y, tras el éxito del mítico largometraje, su nombre y su magnético rostro entraron a formar parte del cine, hasta que a los 18 años decidió ser una actriz profesional y prepararse para ello. “Fue el cine el que me sacó fuera”, ha dicho recientemente Icíar Bollaín en alguna entrevista.

En 1986 rodó Las dos orillas, bajo las órdenes de su tío Juan Sebastián Bollaín, y un año más tarde Mientras haya luz, de Felipe Vega y Al acecho de Gerardo Guerrero. A éstas le seguirían sus intervenciones en la serie “Miguel Servet: sangre y cenizas», de José María Forqué y su papel en la película Malaventura, de Manuel Gutiérrez Aragón (1989). Más tarde, y entre otras, El mejor de los tiempos, dirigida por Felipe Vega, con quien también rodaría Un paraguas para tres (1992) y El techo del mundo (1995); Doblones de a Ocho, de Andrés Linares, presentada fuera de la sección oficial en el Festival de Cine de Berlín en 1991; o Sublet, ópera prima de la directora Chus Gutiérrez, en la que interpretó su primer papel como protagonista absoluta y por el que recibió el premio a la mejor actriz en la Semana de Cine de Murcia y en el Festival Cinema Jove 93 de Valencia.

De nuevo bajo la dirección de su tío, en 1992 coprotagonizó junto a su hermana gemela Marina «Dime una mentira», en la que dos personas de un extraordinario parecido intercambian sus papeles, una de ellas es una costurera y la otra aspira a ser actriz. Ambas consiguieron el premio a la mejor actriz en el Festival de Cine de Gijón. Ese mismo protagonizaría la película de Pablo Llorca Jardines colgantes y en 1993 Tocando fondo, de José Luis Cuerda. Bajo la dirección de Ken Loach, en 1994 aprendió táctica militar y a desfilar para participar en el rodaje de Tierra y libertad, donde, vestida de miliciana, conocería a su marido, el guionista escocés Paul Laverty, con quien tiene tres hijos.

Desde 1991 forma parte de la productora La Iguana, con la que ha realizado varios cortometrajes (¡Baja corazón! y Los amigos del muerto, con el que consiguió en 1994 el segundo premio en la II Semana de jóvenes realizadores de Granada) y sus primeros largometrajes: Hola ¿estás sola? (1995), basada en una idea personal, con guión escrito junto a Julio Medem, y con la que obtuvo el Premio al Mejor Nuevo Director en la SEMINCI de Valladolid; Flores de otro mundo (1998), coguionista junto al escritor Julio LLamazares, Gran Premio de la Crítica en la Semana de la Crítica y en el Festival Internacional de Cine de Cannes.

El cine ha sido su medio de expresión, su manera de comunicarse con el prójimo. Ha cumplido 30 años de envidiable trayectoria profesional con un estilo personal con el que reflexiona sobre el desarraigo, la violencia de género, la pobreza, la identidad, a través de personajes en tránsito que buscan amor, tranquilidad, algo o alguien a quien aferrarse, figuras que, en definitiva, se buscan a sí mismas.

En los últimos años ha recibido distintos homenajes y distinciones, entre otros el Premio Ojo Crítico de RNE, el Premio Julian Besteiro de las Artes, el Premio de la Federación de Mujeres Progresistas o la Medalla de Honor 2007 de la Universidad Carlos III de Madrid. Es también autora del libro: Ken Loach, un observador solidario, y miembro fundador de la Asociación de Mujeres del Audiovisual, CIMA, que promueve la paridad femenina delante y detrás de las cámaras y de los medios.

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