Los servicios de control de plagas de FFC (empresa adjudicataria del servicio de limpieza viaria de la ciudad) mantienen un calendario fijo de inspección y tratamiento ante la aparición de roedores e insectos, al que se suma la atención de los avisos puntuales que se puedan producir. Como método de trabajo, la ciudad está dividida en 6 módulos a los que hay que añadir los que corresponden a los barrios incorporados y la entidad local menor de Revenga.

Tras un estudio exhaustivo, cada uno de ellos cuenta con una ficha en la que se especifica sus características, los factores de riesgo y la denominada “incidencia vectorial” que recoge el porcentaje estimado de población de roedores y/o artrópodos.

En lo que va de año, los servicios de protección ambiental han realizado cerca de 400 controles en la ciudad. Destacan los 46 efectuados en la zona comprendida entre el río Clamores y la Muralla y los 48 realizados en el área que abarcan la avenida de Juan Carlos I y las carreteras de Villacastín y Palazuelos, una zona en la que se encuentran los barrios de Nueva Segovia y San José- Mirasierra así como el Polígono de El Cerro.

El mes de mayo con 342 puntos de control tratados, 63 de ellos con problemas, ha destacado sobre el resto, le sigue junio con 312 puntos tratados y 63 en los que se detectaban problemas.

A lo largo del año se han atendido 45 avisos, la mayoría por ratas, 25, y cucarachas, 18. Del total de avisos, 10 se registraban en el mes de julio: uno por avispas, 5 por roedores y 4 por cucarachas.

Precisamente, este verano los servicios están atendiendo, especialmente, avisos ante la aparición, en algunos puntos muy concretos de la ciudad, de cucarachas, insectos omnívoros y normalmente nocturnos y fotofóbicos por lo que se les ve principalmente por la noche y corriendo al exponerse a la luz.

Todos los plaguicidas y raticidas utilizados para combatir la aparición de roedores e insectos están debidamente registrados. En ningún caso se emplean productos tóxicos. En su elección se siguen criterios de racionalidad (alta eficacia, baja toxicidad y mínimo efecto sobre el medio ambiente), así como la experiencia contrastada de su eficacia.

 

Medidas preventivas

Para evitar la proliferación y desarrollo de roedores y artrópodos en la ciudad, además de las inspecciones, controles y tratamiento que lleva a cabo el Ayuntamiento, es fundamental contar con la colaboración ciudadana.

Sellar rendijas, fisuras y grietas, sanear las cámaras de aire, evitar depositar alimentos en la vía pública en muchos casos para alimentar pájaros y/o gatos, y echar las basuras en los contenedores en los horarios establecidos, evitar la acumulación de envases y embalajes vacíos, revisar las cañerías y sanitarios reparando las posibles fugas, vigilar las zonas de obras y sanear las casas en estado de ruina e inmuebles abandonados, entre otras, son algunas de las medidas a adoptar.

Además, los particulares pueden disponer, de manera gratuita, de raticidas. El Ayuntamiento, a través de la empresa FCC, entrega bolsas con cebo raticida a los vecinos que así lo soliciten en las dependencias de la empresa adjudicataria (en el Vial Interpolígonos). A lo largo de 2012, se han hecho 44 entregas, 8 de ellas el pasado mes de julio.

 

Desinsectación y Desinfección de los evacuatorios caninos

A las intervenciones realizadas para prevenir, controlar y tratar posibles plagas hay que añadir la desinsectación y desinfección de todos los “pipicanes” de la ciudad: Jardinillos de San Roque, plazas de la Merced, José Zorrilla y Santa Eulalia, Paseo del Salón, Calle San Millán, Jardín de las Delicias (en la avenida Vía Roma), Arboleda de San José, Altos de Chamberí, Parque del Pirulí (Nueva Segovia) y Jardín de Santo Tomás. Esos trabajos se llevan a cabo, todos los años, entre los meses de mayo y septiembre.

El control de estos recintos es primordial para evitar la aparición de plagas relacionadas con parásitos, así como para garantizar las debidas condiciones de salubridad e higiene que requieren estas instalaciones.

Desde la Concejalía de Medio Ambiente se recuerda a los vecinos que la finalidad de esos recintos es permitir que las mascotas puedan realizar sus necesidades en un lugar diferenciado de los espacios utilizados como áreas de juego o paseo en los parques y jardines, y que las personas que conducen a los perros a esos evacuatorios deben recoger los excrementos para depositarlos en la papelera más próxima. No son zonas en las que se puedan “abandonar” los excrementos de las mascotas.

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