El Torreón de Lozoya de Segovia acogerá desde el 27 de junio hasta el 4 de noviembre la exposición “Eugenio Lucas Velázquez. Eugenio Lucas Villamil. Colección Lázaro”, un total de 95 obras, cincuenta pinturas y cuarenta y cinco dibujos, procedentes del Museo Lázaro Galdiano. Las Salas del Palacio del Torreón acogerá esta muestra fruto de la colaboración entre la Obra Social y Cultural de Caja Segovia y la Fundación Lázaro Galdiano, como uno de los eventos organizados por la Fundación madrileña con motivo de la conmemoración del 150 Aniversario del nacimiento del coleccionista, bibliófilo y editor José Lázaro Galdiano.
Como señalaron fuentes de Caja Segovia, la muestra es un doble homenaje, por un lado, a los pintores Eugenio Lucas Velázquez y Eugenio Lucas Villamil –padre e hijo- y por otro a José Lázaro (Beire, 1862–Madrid, 1947), responsable del primer reconocimiento internacional de ambos pintores a quienes presentó en exposiciones celebradas en Munich y Berlín (1912), en París (1936) y, finalmente, en Nueva York (1942).
El grueso de la exposición pretende, en primer lugar, mostrar la personalidad polifacética de Eugenio Lucas Velázquez (Madrid, 1818-1870), cuya obra abarca desde el academicismo de influjo francés que puede apreciarse en los bocetos preparatorios para la decoración perdida del techo del Teatro Real de Madrid, hasta el incipiente “impresionismo” con el que trabajó obras como “La Romería de San Isidro”, pasando por el orientalismo y el romanticismo de sus paisajes, entre los que destaca una de sus obras maestras, “El Desfiladero de Pancorbo”. Además la muestra se detiene en la faceta en la faceta de dibujante de Lucas Velázquez, una faceta de su personalidad artística bien apreciada por Lázaro. Lucas Velázquez encontró en el dibujo un campo en el que experimentar con libertad temas y técnicas.
Además de las numerosas aportaciones del catálogo de la muestra, en los muros del Torreón de Lozoya colgarán veinticuatro pinturas y treinta y seis dibujos –entre los que se cuentan los realizados durante sus viajes por Francia, Suiza, Italia y un importante conjunto de “manchas”–, que nunca han formado parte de ningún proyecto expositivo en España. Es más, la promoción y difusión que José Lázaro Galdiano llevó a cabo de “los Lucas” en Estados Unidos, motivó que a su muerte un buen número de obras permaneciesen en la Embajada Española en Washington. Se inició entonces un largo y lento proceso de devolución de estas obras que culminó en 2005, fecha en la que, por fin, todas las pinturas se reunieron en el Palacio de Parque Florido, la residencia madrileña de este mecenas, hoy sede de la Fundación que lleva su nombre.
Por lo tanto, esta exposición se convertirá en la primera ocasión en que se muestra la totalidad de todo este patrimonio recuperado, en el que se cuentan piezas tan destacadas como “Naufragio junto a la costa”, “Paisaje con pescadores”, “Alegoría de la Primavera”, “Paisaje rocoso con figuras”, “Muchedumbre árabe en un paisaje montañoso”, “La barrera rota”, “Dos majas y un majo”, “Majas y frailes en una bodega”, etc.
Junto a obras de Eugenio Lucas Velázquez, la exposición muestra también varias obras de su hijo, Eugenio Lucas Villamil, continuador en muchos aspectos de la obra de su padre.