Durante dos días, las celdas de la antigua cárcel de Segovia se han convertido en pequeños espacios para la expresión teatral a través de la iniciativa ‘Microteatro en La Cárcel’, una novedosa experiencia enmarcada en las actividades del Centro de Creación ubicado en el antiguo centro penitenciario de la capital.
La propuesta, presentada por la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento, ha permitido ofrecer hasta 72 pases a lo largo de las noches del viernes 14 y sábado 15 de octubre. Las obras están planteadas con una duración máxima de 15 minutos y para un público no superior a las 15 personas, debido a las especiales características del recinto en el que tiene lugar esta peculiar función. En total se emplean seis antiguas celdas de la penitenciaría, que se ha convertido en espacio cultural.
El público puede acceder a las entradas una hora antes del inicio de las sesiones a un precio de tres euros, que se venden en las taquillas del propio centro.
En la presentación, el actor Nancho Novo y la escritora y directora teatral Verónica Larios destacaron el “carácter innovador” de una propuesta que permite “un teatro de proximidad en el que el público siente la respiración del actor”.
La concejala de Cultura, Clara Luquero, indicó que este formato está teniendo un gran éxito en otras zonas donde ya ha conocido la experiencia; y resaltó la “versatilidad” que ofrece.
La programación de la antigua cárcel puede consultarse en la web. Precisamente, tuvo que cambiarse una de las obras previstas por motivos ajenos a la organización, según esta página.
Desde el Ayuntamiento señalaron que las instalaciones de la antigua cárcel se plantean como Centro de Innovación y Creación y “en ese objetivo se enmarca esta experiencia novedosa que llega a Segovia en colaboración de los directores y actores creadores de ‘Microteatro por dinero”.
Además, los días 21 y 22 de octubre a las 20.30 horas en la Sala Expresa 1 se desarrollará el ciclo ‘Puro Teatro’ en el que se podrán ver dos obras. La ‘Encerrona’ con Pepe Viyuela, una reflexión sobre lo cotidiano desde la perspectiva del payaso, en la que el personaje vive la experiencia de haberse quedado atrapado en el escenario; y ‘José K. Torturado’ con Pedro Casablanc, un alegato contra la perversión de la condición humana que convierte al hombre en un feroz animal.