El Centro Segoviano ‘Marqués de Lozoya’ de Guadalajara ha acogido una celebración por el LXVII Día de Segovia. Allí, el presidente de la Diputación, Miguel Ángel de Vicente, ha recibido el Acueducto de Plata.

En este acto, de Vicente también ha podido intercambiar impresiones con quienes mantienen el vínculo con sus raíces segovianas, aunque se hayan establecido en ese territorio vecino.

En su agradecimiento, el presidente de la Diputación ha remarcado el origen de Herguedas, relacionado con Otero de Herreros, como ejemplo extrapolable a todos los que, con huella segoviana en su pasado, «pregonan con orgullo esa condición en ese emplazamiento en el que desarrollan su proyecto vital actualmente».

Segovia y Guadalajara, territorios “hermanos”

Además, de Vicente ha incidido en que Segovia y Guadalajara son territorios “hermanos”, con unos límites geográficos “que, sobre todo nos unen, al compartir la Sierra de la Pela”, con el mirador de Piedras Llanas, en Riaza, el Hayedo de La Pedrosa o la zona de Grado del Pico, con pueblos distinguidos por sus colores característicos. Un entorno que demuestra que “el horizonte puede ser todo lo cercano que queramos las personas”, como ha indicado.

Igualmente, ha hecho hincapié en cómo la historia ha dejado, a ambos lados de esa sierra, “estampas casi idénticas”, con “murallas, castillos, plazas porticadas y hasta catedrales”. Así, De Vicente ha aludido al potencial que, en la vertiente sur, aportan Sigüenza, Pastrana o Brihuega y, en la norte, Sepúlveda, Pedraza, Maderuelo, Turégano, Cuéllar o Coca, de modo que quien atraviese la sierra encuentra “un espejo amigo en el que mirarse”.

Bodas de plata de San Cristóbal

Tras ese acto de convivencia, ha llegado otro. Ya de vuelta a la provincia segoviana, Miguel Ángel de Vicente ha acompañado a los vecinos de San Cristóbal de Segovia en el acto en el que han conmemorado el vigesimoquinto aniversario de su constitución como municipio independiente.

El presidente de la institución provincial ha valorado que en dos décadas y media, San Cristóbal ha experimentado “una transformación radical». Ubicado en una posición estratégica, ya es el sexto de la provincia en población, con casi 3.200 habitantes. Además, cuenta con «un futuro prometedor», porque los más jóvenes siguen eligiendo su pueblo para quedarse y hacer su vida”. Es el panorama actual del proyecto municipal independiente que hace veinticinco años arrancó con un censo de unas 300 personas.