La chimenea de Cuchifre de Lastras de Cuéllar es una de las señas de identidad del municipio segoviano, desde mediados del pasado siglo XX.
«Inaugurada a finales de los años 40, dentro de la ampliación de la fábrica de Cuchifre, puso a Lastras con sus dos fabricas de resina en la vanguardia de la producción de resinas de la provincia», reseña el portal lastrasdecuellar.net
El origen de la chimenea de Cuchifre
Cuenta el portal web que la chimenea de Cuchifre, de planta octogonal y unos 30 metros de altura, fue construida por maestros valencianos, en concreto la familia Martínez, una saga de constructores de chimeneas. Abelardo Martínez Martínez, uno de los miembros de esta familia, «se estableció entre 1942 y 1950 en Navas de Oro construyendo chimeneas en Segovia capital, Navas de Oro, Zarzuela del Pinar y Lastras de Cuéllar».
En plena posguerra, continúa la historia, «la construcción de la chimenea supuso todo un acontecimiento para los habitantes de Lastras. Los chiquillos acudían a ver cómo aquellos pajarillos asomaban medio cuerpo para poner los ladrillos».
Así, recoge también, Ignacio Sanz escribía en su libro «Tierra de Pinares» las palabra del del tío Pichito sobre su construcción: «Esas chimeneas aguantarán toda la vida, porque los valencianos que vinieron a construirla mezclaban agua, sal y barro. La sal, con el fuego, se funde con el barro y la argamasa dura para siempre».