La tasa de incidencia de la gripe en Castilla y León sufrió un repunte ya que por segunda vez en este invierno se ha situado por encima del umbral epidémico al cerrarse los datos de la última semana de 2010 (del 26 de noviembre al 1 de enero de 2011) con 207,71 afectados por cada 100.000 habitantes frente a los 113 de la anterior. La mayoría de los casos detectados son causados por el virus H1N1, aunque continúa con actividad la cepa del tipo B, según los últimos datos de la Red Centinela Sanitaria.
Asimismo, la actividad de la gripe en Castilla y León se ha convertido en epidemia al superar y casi duplicar el umbral fijado en 71,13 casos semanales por cada 100.000 habitantes, probablemente debido a la irrupción del frío. Esta evolución al alza de la gripe A, que se ha producido también en el resto del país, se debe, en parte, al continuo descenso de la incidencia del tipo A y B, que ha dejado como virus predominante al N1H1. No obstante, la Organización Mundial de la Salud (OMS) desactivó la alerta de pandemia de esta enfermedad.
Entre todos los grupos de edad, en especial, el de cero a 14 años fueron los que se ha visto más afectados hasta la fecha por el virus de la gripe. Además, la vacunación contra la gripe, que este año incluía la cepa del virus H1N1, ha permitido que de los 138 casos acumulados 131 fueran de enfermos a los que no se les había administrado la vacuna. Esta semana 29 médicos de la Red Centinela Sanitaria de Castilla y León han comunicado 51 casos de gripe, por lo que la población cubierta con esta estimación asciende a 20.526 personas. Además, se procesaron 35 frotis faríngeos y se practicaron 15 detenciones.
Esta red forma un sistema de vigilancia compuesto por médicos de familia, pediatras y personal de enfermería, de manera que, mediante las oportunas pruebas de laboratorio, confirman los casos de gripe en una muestra estadísticamente representativa de la población. Mediante este sistema es posible disponer de información sobre las tendencias de la enfermedad en lo referido a intensidad y distribución geográfica en el conjunto español, además de proporcionar información sobre los casos que aparecen en la población general; asimismo, el análisis en los laboratorios de las muestras tomadas a los pacientes permite monitorizar las características del virus presente y su posible evolución.
Vacunación gripe
Cabe recordar que la campaña de vacunación contra la gripe estacional y el neumococo comenzó el 27 de septiembre en Castilla y León y se prolongó hasta el 29 de octubre. Como novedad y con carácter preventivo, incluyó la cepa frente al virus A H1N1, a tenor de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo que no implica que se espere que el virus gripal se comporte de manera tan intensa como en la pasada campaña.
Este año, la Consejería distribuyó 700.000 unidades de vacuna contra la gripe y 40.000 dosis de la antineumocócica, lo que supuso un desembolso de 4,8 millones de euros, que se dividen entre los 4,46 millones destinados a las vacunas gripales y los 391.000 euros para las neumocócicas. Además, la dispensación de las vacunas tiene carácter universal y gratuito y en la población diana es un elemento fundamental para prevenir una enfermedad que, aunque en principio no es grave, sí puede provocar complicaciones.