Afirma no ser mujer a la que le gusten las alabanzas. “Hija, yo esto lo he hecho porque me gusta. He tenido siempre muchas inquietudes y todo lo que he visto lo he querido hacer”, sentencia con su suave y cantarina voz que deja entrever su gran sabiduría popular. Felicidad Martínez Utrilla, de 81 años de edad (Monteagudo de las Vicarías, Soria) ha creado un blog (recuerdosdelaabuela.blogspot.com) que con sus cerca de 90.000 visitas se ha convertido en una página de consulta para los vecinos de Monteagudo que un día emigraron a tierras más prósperas.

El telecentro que un día dispusieron en el Ayuntamiento de su pueblo fue el punto de partida para que Feli se introdujera en las nuevas tecnologías. No sabía que era un tecla, ni tan siquiera cómo arrancar la máquina, pero gracias a su tesón y perseverancia ha conseguido confeccionar un blog donde encontrar las últimas novedades acaecidas en Monteagudo como bodas, bautizos y comuniones, fotos de las fiestas, de sus aperos de labraza, villancicos, recetas, manualidades, oficios perdidos y un elenco de historias populares recopiladas por ella misma que dan a la página web un sabor castizo y entrañable. “Ahora leo muchos libros sobre Soria y trato de hacer resúmenes para insertarlos en la página”.

Todo comenzó con la llegada de las nuevas tecnologías a Monteagudo. Felicidad decidió apuntarse a un curso de internet y manejo de ordenador. En el Ayuntamiento, lugar donde se impartían las clases, no había ni tan siquiera calefacción, pero ello no impidió que esta soriana dejara de asistir ni un solo día a clase. “Pasábamos mucho frío, y yo veía como otros compañeros dejaban de asistir al cursillo, pero yo continué durante dos años”.

Las instructoras le enseñaron en un principio cómo confeccionar el blog, insertando ellas mismas el contenido, hasta que Feli adquirió las habilidades suficientes. “Ahora meto fotos, información y cambio contenidos con facilidad. No tengo internet en mi casa y lo capto por wi-fi a través de la red de mi hija que vive abajo”.

Al principio, y visto el interés que mostraba por las nuevas tecnologías, uno de sus hijos le dio un ordenador viejo. Sin embargo, el grado de conocimiento que iba adquiriendo le demandó comprarse un portátil nuevo, que fue acompañado de otras herramientas como una impresora y una cámara de fotos.

Feli no es analfabeta, tuvo la suerte de poder asistir al colegio y recuerda que no faltó ni un solo día. “Trabajaba mucho en el campo pero mi madre nos inculcó que a la escuela había que ir todos los días”. Dice de sí misma que ha bregado muchísimo toda su vida. “Después ayudé a mi marido en el campo y con los animales. Cosía la ropa a mis hijos, ¡cuántas noches sin dormir!”, recuerda.

Ahora además de asistir a misa y ser vicepresidenta del teleclub (centro de reuniones del pueblo), Feli se ha convertido en la corresponsal del pueblo. Fotografía todo lo que se mueve en Monteaguado y escribe todo lo que pasa. Su hija, Manoli Pinilla, que reconoce no tener “ni idea de ordenadores”, insiste en que su madre, que se quedó viuda hace diez años, siempre ha tenido mucha constancia, tesón y ansia de cultura. “Sus contemporáneos se iban borrando del cursillo, pero ella, nevara o cayeran rayos del cielo, para allá que iba”.

 

Frenar enfermedades degenerativas

A pesar de que no existen estudios que demuestren que este tipo de actividades ayuden a paliar enfermedades degenerativas, sí que está comprobado que retrasan la aparición de los síntomas. Este aspecto lo corrobora, la psicóloga del Centro de Familiares y Enfermos de Alzheimer de Soria, Belén Revuelta, quien alaba la iniciativa de Feli, una mujer que, a pesar de su elevada edad, ejercita diariamente su cabeza. “No existe una evidencia que constante que palie estas patologías pero sí que es preventiva y saludable. Además, esta mujer realiza actividades que requieren una gran destreza intelectual y lo hace con gusto, y esto es envidiable”.

Revuelta describe a Feli como una mujer con una gran reserva cognitiva y una mente privilegiada. “Tiene un buen cerebro y, suponiendo que por cuestiones de la edad le apareciera alguna patología degenerativa, sin duda, estas actividades le ayudaran a retrasar los síntomas”. A Feli le funcionan peor las piernas que el cerebro. Por eso, y hasta que el cuerpo aguante, en Soria hay ‘ciber abuela’ para rato.

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