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En el Pleno celebrado este viernes en el Ayuntamiento de Segovia se ha despedido Gina Aguiar, la que fuera concejala de Cultura y de Turismo finalmente cesada tras verse envuelta en diferentes polémicas.

«Me voy con la cabeza muy alta, orgullosa del trabajo hecho y reivindicando mi inocencia, mi honestidad y mi dignidad y ningún juego político, amplificado de manera exagerada e injusta, va a cambiar mi verdad. La verdad de muchos. Concejales, no me cuesta nada irme porque nunca dije que sí pensando en quedarme», de este modo y agradeciendo el apoyo de compañeros y segovianos ha concluido Gina Aguiar su intervención en la que ha defendido su dedicación absoluta y «transparente eran mis obligaciones como servidora de lo público».

Aguiar ha iniciado su intervención explicando que aceptó «entrar en política con el convencimiento de que mi experiencia profesional de más de 30 años en el mundo de la gestión cultural podría contribuir al proyecto cultural de Segovia, para hacerlo crecer, para dinamizar la vida cultural local y proyectarla a nivel nacional e internacional. La cultura, la Cultura con mayúsculas, es la seña de identidad de nuestra ciudad, íntimamente ligada a otras dos, nuestro patrimonio y el turismo, el mayor de nuestros motores económicos. Negar esto es negar nuestra esencia, sin embargo, trabajar en este convencimiento es creer en nosotros y construir un futuro para nuestra ciudad sobre pilares fuertes y reales». También «con el convencimiento de que a través de ella se puede conseguir que la gente viva mejor y que el objetivo de nuestro trabajo como políticos debe ser única y exclusivamente ese. Acepté entrar en política pensando que es en los órganos de Gobierno dónde se hace política, una política constructiva, siempre pensando en la ciudadanía».

Sin embargo, ahora, «dejo la política para siempre, desencantada, vapuleada, sintiéndome protagonista involuntaria de un juego político en el que apenas acababan de repartirme las cartas. Algunas de las frases que más he escuchado últimamente han sido: “Esto es política” o “La política a veces no es justa”. Pero, si la política no es justa, no es ética, ¿qué nos queda? ¿Si acosar, linchar, deshonrar, difamar a una persona que lo único que ha hecho es trabajar honestamente durante dos años para su ciudad, es lo que se llama “hacer política”? Si “hacer política” es buscar la polémica continua… Entonces no deben extrañarse de la desafección de la ciudadanía por la clase política y por la política en general», ha lamentado.

Y ha lanzado un mensaje «en este foro, el más importante de los órganos de Gobierno, el que desde mi primer día he reivindicado como lugar soberano para explicar, dialogar, debatir los proyectos, los problemas, lo que de verdad importa a los segovianos y segovianas, les digo que este no es mi juego y que no me gustan sus cartas».