Con el objetivo de “dar a conocer de otra manera, quizá más divulgativa, lo que ocurrió entre 1520 y 1522 en Castilla”, el cineasta vallisoletano Pablo García Sanz decidió emprender a comienzos de año el rodaje de ‘Comuneros’, su segundo largometraje documental tras ‘Folk! Una mirada a la música tradicional’ (2018). Coproducida por su propia productora, Visual Creative, junto a Plan Secreto, y con el apoyo de la Fundación de Castilla y León, la película reunirá ante las cámaras a 17 historiadores de todo el mundo, para recabar su testimonio y sus perspectivas en torno a un movimiento que “forma parte de nuestra identidad pero también de la historia de España y de Europa”.
“Nuestro punto de partida siempre es buscar nuestra propia historia e intentar darla a conocer a través del audiovisual”, apunta el director en declaraciones a Ical, antes de señalar que “los comuneros es algo que va mucho más allá de Castilla y León”. Él trabajó en el guion del film con el profesor de Historia de la Universidad Europea Miguel de Cervantes Carlos Belloso (a quien García Sanz define como su “piedra de apoyo” en los momentos en que surgían dudas sobre hacia dónde ir) y juntos definieron la selección de investigadores a los que entrevistarían.
“Hemos buscado especialistas en cada territorio que fue clave en el movimiento comunero: Valladolid, Segovia, Toledo, Ávila… Hemos entrevistado a historiadores expertos en diferentes momentos, ciudades, acontecimientos o personajes, como por ejemplo el profesor Geoffrey Parker con Carlos V”, señala. Además del británico y del propio Belloso, comparecerán ante la cámara José Álvarez Junco, Bethany Aram, Enrique Berzal, Cristina Borreguero, María Guadalupe de Marcelo, María Isabel del Val, Máximo Diago, Beatriz Majo, Fernando Martínez Gil, Claudia Möller, Hipólito Rafael Oliva, Ramón Peralta, Luis Ribot, Julia Teresa Rodríguez y Salvador Rus Rufino, comisario este último del proyecto ‘El tiempo de la libertad’, promovido por la Fundación de Castilla y León para la celebración del V Centenario de la Guerra de los Comuneros, entre cuyas actividades figura este documental.
La película, según explica el cineasta, arrancará un poco antes de 1520, con la proclamación de Carlos V (1519), para terminar con el perdón general (1522). “Después haremos un salto en el camino hasta el siglo XIX, para recordar todas las interpretaciones que llevaron a la creación del mito en torno a los comuneros, un aspecto que personalmente me interesa mucho, y ver finalmente cómo se ha interpretado en estos 200 años el movimiento comunero”, avanza.
Siete meses de rodaje
El rodaje, que concluirá a primeros de agosto en las Cortes regionales, se ha prolongado durante siete meses en tres comunidades autónomas (Castilla y León, Madrid y Castilla-Mancha), con algunas tomas incluso en Estados Unidos. “No ha sido un rodaje continuo, sino escalonado por las circunstancias. El COVID ha hecho mella en la planificación y nos hemos tenido que adaptar a las exigencias de cada momento”, comenta el realizador.
En un montaje dinámico, junto a los testimonios de los expertos la película mostrará a través de las ilustraciones de la burgalesa Sandra Rilova (animadas por Elora Post House, que también se ocupa del etalonaje) diversos momentos clave del movimiento comunero, desde la proclamación de Carlos I en Valladolid hasta la ejecución de los cabecillas, pasando por la quema de Medina del Campo, la toma de Torrelobatón o la batalla de Villalar.
Todo ello acompañado por la música creada para la ocasión por el grupo palentino de música de raíz El Naán, integrado por Carlos Herrero y Héctor Castrillejo, quien también aportará su voz recitando versos propios elaborados para el documental además del poema ‘Los comuneros’, del berciano Luis López Álvarez. “Héctor y Carlos están haciendo un trabajo excepcional, trabajando con ritmos morunos y castellanos que nos retrotraen un poco al siglo XVI, para crear unas melodías muy sugerentes, jugando un poco con la tradición y dando forma a ritmos que evocan un tiempo pasado. Sus sonidos dotan si cabe de más fuerza las imágenes que está grabando Víctor Hugo Martín Caballero, nuestro director de fotografía, que está haciendo un trabajo como siempre impecable”, señala el director.
Una de las partes más complejas y delicadas del proceso será inevitablemente el montaje, ya que en el rodaje han llegado a reunir más de 17 horas solo con las entrevistas y otras tantas horas de recursos. La responsable de aglutinar todo ello en un largometraje que ronde los 90 minutos en su versión final es la arandina afincada en Madrid Nerea Mugüerza, una persona que García Sanz califica como “clave”. “Hace un trabajo decisivo, la necesito porque ella tiene menos piedad que yo, que metería todo y haría una película de 17 horas”, sonríe.
Sin embargo, quienes quieran profundizar en la película y descubrir todo lo que se ha quedado fuera del montaje final, tendrán la oportunidad de acceder a las 17 entrevistas en bruto realizadas a los expertos a través de la Filmoteca Regional de Castilla y León, con sede en Salamanca, donde depositarán el metraje íntegro “para todo el mundo que quiera verlo”.
Un equipo de la tierra
La mayor parte del equipo que se ha ocupado del rodaje es castellano y leonés, una apuesta que García Sanz ha tenido clara desde el mismo momento en que creó, hace ya once años, Visual Creative. “El objetivo de nuestra productora es intentar generar proyectos audiovisuales e industria audiovisual en nuestra tierra. En Castilla y León hay talento suficiente para hacer proyectos de este tipo, y para nosotros es clave contar con estos profesionales, que son muy muy buenos aunque a veces les falten oportunidades para poder desarrollar su trabajo aquí”, lamenta.
Sobre el futuro estreno del film, el director detalla que la idea es mostrar la película en el circuito de festivales, antes de conseguir exhibición comercial en las salas o a través de las plataformas y la televisión. Además, tienen en mente que el documental se pueda mostrar en las aulas de la Comunidad, “para que estudiantes de Castilla y León lo puedan ver, comprender y conocer”. “Me sorprende mucho que realmente no se conoce lo que fue la guerra de las comunidades. Esto me entristece un poco, porque estamos hablando de algo muy importante, de una trascendencia capital. Basta con recordar que en el Congreso de los Diputados, en Madrid, los diputados que acceden al hemiciclo pasan por debajo de los nombres de los líderes comuneros: Juan de Padilla, Juan Bravo, Francisco Maldonado”, subraya.