La página escapadarural.com ha hecho una lista de las plazas más bonitas del país, incluyendo en la lista la plaza de Pedraza (Segovia).

En primer lugar, se sitúa la plaza mayor de Salamanca, construida entre 1729 y 1756, en pleno movimiento Barroco. Alberto Churriguera fue el arquitecto que diseñó el proyecto original, del que no hubo sustanciales modificaciones. El promotor, aunque no conseguía la financiación y sí el permiso de Felipe V, fue Rodrigo Caballero de Llanes. Los lados de la Plaza Mayor de Salamanca se conocen como «lienzos» o «pabellones».

Dos siglos después de su construcción, se eliminaron los jardines, el pequeño escenario musical central y los urinarios públicos para ganar espacio. Es una de las plazas más diáfanas que conocemos. En su interior se encuentra el famoso Café Novelty: inaugurado en 1905, se convirtió pronto en el centro literario y artístico de la ciudad, a la altura del Café Gijón de Madrid. Aquí establecieron sus tertulias Ortega y Gasset, Juan Benet, Francisco Umbral, Carmen Martín Gaite. Desde el 2000, hay una escultura de Torrente Ballester en el Novelty. Unamuno, desde aquí, dijo de la Plaza Mayor de Salamanca: «es un cuadrilátero. Irregular, pero asombrosamente armónico».

Por VanHart

En el número dos se encuentra la plaza de Almagro, en Ciudad Real.


Por Turismo Castilla-La Mancha

La plaza de Chinchón, en Madrid, ocupa el tercer puesto. Los entendidos señalan que la Plaza de Chinchón es una plaza medieval de libro. Rodean la plaza edificios de tres plantas, soportados por galería, sobre las que se asoman 234 balcones de madera (los «claros»). Aquí se han celebrado fiestas, proclamaciones, obras de teatro, juegos, actos religiosos, políticos, militares. Sobresale la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, levantada en 1534 y rematada por los maestros que trabajaron en El Escorial.

 

Por Lukasz Janyst

El cuarto puesto es para la plaza mayor de Trujillo en Cáceres. Vigila celosamente la Plaza Mayor de Trujillo la estatua ecuestre de Francisco Pizarro, uno de los conquistadores del imperio Inca en Perú. La plaza de Trujillo reúne un periodo intenso de la historia del país: las casas con soportales del s. XIV y los edificios palaciegos, señoriales del Renacimiento en el s. XVI. Los conquistadores volvieron de América con riqueza suficiente para ostentar su riqueza y su eleva clase social. No hay tantos lugares donde se vea tanto en tan poco espacio.

Por Dmitriy Yakovlev

La plaza mayor de Vic (Barcelona) tiene el quinto puesto. La vida medieval de Vic se desarrolló entre el Castillo (propiedad de los Montcada), la catedral (jurisdicción del Obispo) y la plaza del Mercado, de la gente. Tanto entonces como hoy, la vida de la plaza es agitada, tumultuosa. Aquí se contempla gran parte de la vida social y cultural: en un espacio enorme, cuadrado y flanqueado por casas nobles.

Fuente: jorisvo / Shutterstock

En sexto lugar, la plaza mayor de Aínsa en Huesca. Es una plaza de altura, en los Pirineos aragoneses. La plaza de Aínsa se eleva sobre la conjunción de los ríos Ara y Cinca, sobre un montículo.

Por Joseph Sohm

La siguiente en la lista es la plaza de Garrovillas de Alconétar en Cáceres. Hoy es un lugar tranquilo, pero Garrovillas de Alconétar fue cabeza de condado y dio cobijo a más de 7.000 habitantes en el s.XVI.

Fuente: Ana del Castillo / Shutterstock

En octavo lugar, la plaza de Graus en Huesca.  Ha sido musa de artistas, como el pintor Ignacio de Zuloaga y es el lugar donde se representa la Mojiganga (sátira que resume la actualidad del año vigente) y el baile de las Espadas y las Cintas. En el Pueblo Español de Barcelona hay una reproducción del ayuntamiento de Graus, que representa el Renacimiento de Aragón y preside la plaza.

Por Ana del Castillo

El siguiente puesto es para la plaza de Peñafiel (Valladolid). Esta plaza se construyó para celebrar justas y torneos medievales. Se dice que es una de las primeras plazas mayores de España, aunque no tiene ni iglesia ni ayuntamiento presidiendo el espacio. Eso es raro. La Plaza Mayor de Peñafiel se conoce también como «coso», tiene 48 edificios y los balcones son madera con formas geométricas. Al fondo, en la cima, el castillo alado.

Por Jose Ignacio Soto

En el décimo puesto, la plaza Guipúzcoa, en Hondarribia. Los soldados bajaban del castillo hasta este espacio para ejercitarse, en pleno centro y con vistas a la bahía. Organiza su mercado medievales con banderines, paja y colores en las fachadas. Un viaje en el tiempo a una villa acorazada y de pescadores.

Por Fotomicar

La plaza de El Toboso en Toledo es la siguiente de esta lista. Ahí tenéis al hombre más universal de las letras españolas postrado ante Dulcinea, en El Toboso. El Toboso es un municipio de Toledo y es reconocida fuera de nuestras fronteras por ser la patria chica del amor del español más famoso: Don Quijote. Se dice que el nombre deriva de «tobas», unos cardos que abundan en la zona. En el Toboso el viajero encuentra un trazado tradicional: casas con patios cuadrados, dinteles, corredores de madera y columnas. El encanto manchego y literario en un espacio brevísimo como la plaza de El Toboso.

Por Migel

En el número 12, la plaza del Obradoiro en Santiago de Compostela. Es el fin del peregrinaje a Santiago de Compostela. La meta. El alivio. Su imponente catedral simboliza, para el peregrino exhausto, una suerte de resguardo.

Es el espacio donde se distribuyeron los obreros que levantaron la catedral a lo largo de 700 años.

Por FCG

Plaza España en Sevilla, es tan bonita y excepcional que la plaza España de Sevilla apareció como escenario en la película de La Guerra de las Galaxias, el ataque de los clones. Se construyó en 1929 para la Exposición Iberoamericana y la diseñó Aníbal González, arquitecto local. Está repleta de símbolos, además de colores: el edificio mira al Guadalquivir, desde donde se emprendía camino a América y la forma parece ser el abrazo de una metrópolis hacia sus colonias.

No hay beso que no quede bien en la Plaza España. También se rodaron en la Plaza España de Sevilla películas como Lawrence de Araba o El viento y el león.

Por PerseoMedusa

El puesto 14, la plaza mayor de Madrid. Fue el emplazamiento del mercado principal en el siglo XVI, un cruce de ideas y mercancías entre las calles de Toledo y Atocha, a las afueras de la antigua villa. La remodelación de la plaza mayor comienza en 1580, cuando Felipe II traslada la corte a Madrid, y concluye en 1617, en el reinado de Felipe III. Dos siglos más tarde, se erigió la estatua ecuestre de Felipe III en el centro de la plaza a propósito de la reconstrucción necesaria tras el último incendio (sufrió tres desde su origen). Hay tanta historia aquí que la mejor idea es recorrerla con un guía.

Por Francesco R. Iacomino

La siguiente es la plaza mayor de Cáceres.

Cáceres es una ciudad monumental. Plaza Mayor, además de ser un barrio, es el centro histórico de la villa. La plaza se construyó en una explanada alejada del centro en el siglo XIV. Como en otras ocasiones, terminó por convertirse en el centro de la vida social y comercial y fue el lugar más destacado de cuantas celebraciones se organizasen.

La Plaza Mayor de Cáceres conserva soportales del siglo XVI, sobre los que se elevaron viviendas y algunos recintos institucionales, como el ayuntamiento. La última gran remodelación se hizo en 2011.

Por LianeM

En el número 16, la plaza de la Corredera (Córdoba). La Plaza de la Corredera es la única en toda Andalucía con forma cuadrangular. Pero no es tanto su forma, como su color lo que llama la atención. El Arco Alto y el Arco Bajo son las únicas vías de entrada y salida.

Se levantó en el siglo XVII y aunque funcionó como sede del ayuntamiento y la cárcel, el uso más curioso se lo dió el empresario José Sánchez Peña en el siglo XIX, quien instaló máquinas de vapor para arrancar una fábrica de sombreros. Los obreros vivieron encima de la fábrica, ubicada en uno de los edificios. Su nombre deriva de las corridas de toros que se celebraron en este espacio.

Por Karol Kozlowski

Llegando al final encontramos la plaza mayor de Sigüenza, en Valladolid. Sigüenza está en el norte de Guadalara, un centro de control del paso entre el alto Henares y los valles de los ríos Dulce y Salado. La Plaza Mayor se construyó en el siglo XVI, cuando el cardenal Mendoza decidió derribar parte de la muralla para crear un nuevo espacio diáfano frente a la Catedral, con el objetivo de celebrar espectáculos y el mercado semanal y distribuir las casas nobles en el centro de la villa.

Por Migel

Y en último lugar, pero no por ello menos importante, la plaza que todos esperábamos. La plaza de Pedraza, en Segovia.

Considerada por la página como: «La plaza de Pedraza es hermosa y desde hace unos años más conocida: los dos primeros sábados de julio se organiza el Concierto de las Velas. Un espectáculo estival que reúne 35.000 velas encendidas en la Plaza Mayor, y medieval, de Pedraza. Es una plaza porticada, como tantas otras, coronada por la iglesia de San Juan Bautista (s. XIII). La única puerta de entrada era la antigua cárcel. Auténtico.»

Aun que es más que eso, la plaza de Pedraza es irregular en su forma y creada para que las familias nobles de la villa disfrutaran desde sus balcones, de los festejos taurinos celebrados desde 1550. Y a día de hoy sigue transformándose en plaza de toros.

Todavía se conservan los palacios y casonas de las familias que allí vivieron, datadas en los siglos XVI y XVII.

La villa de Pedraza está declarada Conjunto Monumental. Los romanos la llamaron Petraria por su emplazamiento sobre una gran piedra y, según la leyenda, que carece de fundamento, el emperador Trajano nació en ella.